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¿Por qué salen ampollas en los pies?

¿Por qué salen ampollas en los pies?

Cada vez más seguidas. Otra ampolla en el pie en lo que va de mes y ya no sabes qué hacer. Pero ¿por qué aparecen las ampollas en los pies? En este artículo te diremos por qué se originan, qué hacer para tratarlas y, sobre todo, cómo prevenirlas.

Índice

¿Qué son las ampollas?

Las ampollas son en realidad pequeños sacos llenos de líquido que se suelen formarse en la capa externa de la piel. Estas se forman debido al roce, al calor o a las enfermedades de la piel. Las zonas más comunes en las que estas se forman son las manos y también los pies. Las ampollas también son conocidas como vesículas, que son algo más pequeñas, y bulas para aquellas que son más grandes.

Al tratarse de una burbuja de pared delgada y llena de líquido en la piel, esta comienza como una zona irritada, un área que genera problemas en la piel y que acaba sintiéndose como si ya se hubiese frotado demasiado. Ante esto, puede ocurrir que si le prestamos atención acabe desapareciendo sin más o que, si no le hacemos caso, acabe evolucionando en una ampolla.

En el ambiente deportivo son siempre mucho más comunes las ampollas en los pies, y se generan como respuesta a la presión y, sobre todo, a la fricción mantenida en ciertas zonas del pie en deportes como el running, el fútbol o el senderismo. Y, por este motivo, las apariciones de estas lesiones dérmicas suelen ser habituales en las zonas con mayor contacto como la parte superior de los dedos, los pulpejos, el talón o la zona metatarsal.

¿Cómo se forman?

Las ampollas suelen formarse bastante a menudo sobre todo cuando hay fricción, es decir, cuando hay roce o presión en un lugar. Algunas otras causas por las que es habitual que se originen ampollas son las siguientes:

- Quemaduras

- Quemaduras de sol

- Congelación

- Eccema dishidrótico

- Reacciones alérgicas

- Enfermedades autoinmunes

- Infecciones en la piel como impétigo

- Infecciones virales como la varicela y el herpes zóster

Si queremos tratar las ampollas adecuadamente lo ideal es que esterilicemos una aguja haciéndola pasar por una llama, y después limpiarla con alcohol para reducir el riesgo de infección. Tras esto, es importante lavar la zona afectada y pinchar la ampolla. Una vez haya parado el líquido y la ampolla ya esté vacía, lo único que se debe hacer es cubrir la zona con un apósito impregnado en alguna sustancia cicatrizante y antiséptica.

¿Puede una ampolla romperse sola?

Si se da el caso, lo único que hay que hacer es tratarla como si fuese una herida abierta, lavarla con agua y jabón y aplicar una crema antibacteriana y cubrir con una venda limpia. Además, es importante estar atento ante la presencia de signos de infección como el enrojecimiento, el dolor, la hinchazón o las estrías de color rojo que se dirigen hacia el corazón. Hay que dejar intacta la ampolla por fricción si puede evitarse la irritación de la piel hasta que desaparezca el líquido.

¿Cómo se puede prevenir la aparición de ampollas?

En el caso de que las ampollas se hayan formado por roce, hay algunas maneras de prevenirlas:

- Los zapatos deben estar siempre colocados correctamente.

- Se deben usar calcetines con los zapatos, pero también uno debe asegurarse de que los calcetines están colocados adecuadamente.

- Hay que utilizar guantes o equipo de protección en las manos cuando se utilicen herramientas o equipo deportivo que lleguen a causar roce.

- Se debe utilizar talco para los pies.

- Para montañismo o deportes en climas muy fríos, lo ideal es utilizar un calcetín delgado bajo un calcetín grueso que elimine la humedad por acción capilar.

- Hidratar los pies todo el año. Para ello es fundamental utilizar una crema específica para corredores, ya que la piel de los pies es hasta cuarenta veces más gruesa que la de la mejilla.

- Utilizar vaselina en las zonas de mayor riesgo de generación de ampollas como son el talón y la zona dorsal y lateral de los dedos. Algunos corredores aplican también algo de vaselina por encima del calcetín para aminorar la fricción entre la zapatilla y el pie.

- Por último, se deben proteger las zonas más sensibles, es decir, zonas en las que ya se hayan tenido ampollas con anterioridad utilizando “piel artificial” sujeta con un esparadrapo en estos puntos más delicados.

Tratamiento de las ampollas

En la mayoría de las ocasiones se intenta prevenir en la medida de lo posible la aparición de estas ampollas, pero a veces resulta inevitable. Por suerte, las ampollas normalmente suelen curarse por sí solas y no requieren tratamiento, pues la piel sobre la ampolla ayuda a evitar infecciones. Acudir al profesional de medicina no es necesario, salvo estos casos:

- Si la ampolla parece infectada, si está drenando pus o si el área alrededor de la ampolla está roja.

- Si hay fiebre.

- Aparición de varias ampollas, y sin causa específica de su aparición.

- Problemas de salud como problemas en la circulación y o enfermedad de diabetes.

Ampollas y trekking ¿es habitual?

El trekking, que no es lo mismo que el senderismo, es una actividad con una mayor carga de aventura y nos permite establecer un contacto más íntimo con la naturaleza. Sin embargo, el senderismo es una actividad ideal si se dispone de poco tiempo o poca experiencia en la montaña que, además, nos permite descubrir tranquilamente la naturaleza.


Básicamente, el trekking es el desarrollo de caminatas por un entorno natural y abierto con fines recreativos. En algunos casos, el trekking se realiza en senderos y rutas ya establecidos y señalizados. Sin embargo, hay otros casos en los que las caminatas son algo más libres. Lo más importante aquí es organizarse de manera adecuada y disponer del material necesario para evitar perdernos, y minimizar también los riesgos de accidentes. El calzado y la ropa son importantes. La ropa siempre ha de ser cómoda independientemente de la duración de la caminata, y para el calzado lo ideal (a grandes rasgos) son unas zapatillas que sujeten bien el tobillo, que sean impermeables y que cuenten con una suela de grosor impermeable.

Y sí, el trekking puede realizarse tanto en una jungla, como en un bosque, en una sierra o en una montaña. En definitiva, el trekking forma parte del turismo ecológico porque si esta actividad, ahora tan de moda, se desarrolla con conciencia, no genera ningún tipo de daño al medioambiente. No hace falta decir que todos debemos cuidar el medioambiente, pero todos aquellos que practiquen esta actividad, mucho más, pues son ellos quienes están presentes en bosques, montañas o junglas.

Todas aquellas personas que practican trekking pueden y deben hacer sus caminatas, por tanto, siempre y cuando respeten a los animales y a las plantas que allí viven, recojan toda la basura que tengan y no molesten ni perjudiquen a todas las personas que habitan allí. Algunas de las ventajas que el trekking nos aporta son:

- Conocimiento cercano de la naturaleza: nos permite acercarnos al mundo natural, material y universo material en el que vivimos. Disfrutar con agrado tanto de animales como de plantas.

- Bajo coste: una actividad al aire libre que no tiene coste en sí, pero para la que deberás tener una vestimenta cómoda y adecuada para la caminata y, por supuesto, bebida suficiente (sobre todo en épocas más calurosas) y comida.

- Flexibilidad: una actividad muy flexible porque muchas personas pueden practicarla, sin importar sus habilidades físicas o su resistencia al ir adaptándose cada una de ellas a sus necesidades y limitaciones.

Y tú ¿también tienes ampollas?

Fuente:

“Estudio de la incidencia de ampollas en el trekking y sus factores asociados” file:///C:/Users/Usuario/Downloads/51056-92211-2-PB%20(1).pdf

 

Redacción: Ana Ruiz

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