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Los hombres son en realidad más emocionales que las mujeres, solo que lo ocultan mejor

Los hombres son en realidad más emocionales que las mujeres, solo que lo ocultan mejor

Todo el mundo está de acuerdo en que la mayoría de las mujeres son muy emocionales y enseguida expresan sus sentimientos o los muestran con abrazos, besos o llantos. Y de igual modo se piensa que los hombres son menos emotivos. Sin embargo, un estudio muestra que esto no es verdad, son tan emocionales (o más) que las mujeres, solo que lo ocultan mejor.

Índice

¿Los hombres son más emocionales que las mujeres?

Las relaciones de pareja muchas veces son complicadas porque hombres y mujeres no nos expresamos igual. Así, por normal general, a las mujeres les gustan las muestras de cariño y que les digan todos los días lo mucho que las quieren. Sin embargo, los hombres son más de guardarse sus sentimientos, lo que puede hacer que no están tan enamorados. Incluso en las rupturas, suele ser más obvio cuándo una mujer lo pasa mal, mientras que parece que los hombres enseguida pasan página y se olvidan.

Sin embargo, una reciente investigación, realizado por neurólogos en Mindlab, muestra que los hombres son en realidad mucho más sensibles que las mujeres cuando se les presentan determinados estímulos emocionales.

El estudio tomó como muestra a un grupo de 15 hombres y de 15 mujeres, los sentó a ver una serie de videos que podrían desencadenar diversas respuestas emocionales y midió sus respuestas a través de electrodos de conductancia de la piel.

El contenido se categorizó en cuatro áreas: feliz, emocionante, conmovedor y divertido. Los resultados mostraron que los hombres tenían reacciones emocionales más fuertes en cada una de estas áreas. Cuando se trataba del contenido conmovedor, los hombres respondían el doble que las mujeres. Cuando se les pidió que calificaran su respuesta emocional al contenido, las mujeres declararon que eran mucho más emocionales que los resultados de las pruebas, mientras que los hombres dijeron que eran mucho menos emocionales de lo que realmente eran.

En una encuesta separada realizada por la misma compañía, el 67% de estos hombres después admitió que realmente se sentían más emocionales de lo que dejaban traslucir.

No obstante, hay que tener en cuenta que el estudio se realizó en un pequeño grupo de individuos (todos además padres), por lo que no se puede decir con certeza si se puede aplicar a todos los hombres, aunque es un estudio muy relevante a la hora de mostrar que los hombres pueden ser más emocionales que las mujeres.

¿Y por qué lo ocultan?

Por varias razones:

1- Desde pequeños, se educa a los niños para que se guarden sus emociones

La famosa frase “los chicos no lloran” muestra una realidad educacional que se ha seguido durante años: los hombres tienen que mostrarse fuertes y esconder sus sentimientos, mientras que las mujeres pueden llorar en público sin problemas.

E incluso en los casos en los que estos hombres tuvieron la suerte de crecer en una casa en la que no se les “obligara” a esconder sus sentimientos, al salir al mundo se darían cuenta de que la sociedad prefiere hombres que se guardan sus emociones para sí mismos. Está muy presente en todos los ámbitos la idea de que sensibilidad es sinónimo de debilidad, aunque es exactamente lo opuesto si se piensa en ello. Sentir más, experimentar más, comprender más, interactuar más con el mundo… es una fortaleza, una ventaja, no algo de lo que avergonzarse.

Pero a los niños se les enseña a avergonzarse de las emociones que experimentan, por lo que se convierten en hombres emocionalmente confundidos. Y es que las emociones no están destinadas para ser suprimidas. No necesariamente tienen que desfilar para que todos los demás las vean, aunque no hay nada intrínsecamente incorrecto en eso, pero deben ser aceptadas y comprendidas y mostradas cuando sea necesario. De lo contrario, la acumulación puede hacerte mucho mal.

2- El ego de los hombres es superior al de las mujeres

Si esto es biológico o simplemente aprendido, no está claro. Aunque hay más posibilidades de que se deba al segundo motivo. Independientemente de por qué el mundo es así, el hecho es que los hombres tienen egos más grandes que las mujeres. Y además se les permite que sea así porque, en parte, tienen más oportunidades que las mujeres. Los hombres pueden lograr más con menos esfuerzo porque el mundo ya espera que lo hagan; los sistemas que tenemos establecidos están configurados para que lo hagan. Mientras que las mujeres tienen que luchar mucho más para llegar al mismo sitio.

El problema es que cuantas más oportunidades se tengan, mayores serán las esperanzas y los sueños. Esto aumenta las expectativas, así como también la presión propia para alcanzar esas expectativas. Con metas y expectativas más altas, fallas más grandes y desilusiones más intensas. En parte, los hombres son más emocionales que las mujeres porque fracasan con más frecuencia.

3- Los hombres no siempre son bien aceptados cuando se muestran emocionales

Durante años, los hombres han sido condenados, personalmente y en los medios de comunicación, por ser unos desalmados y no saber entender a las mujeres ni cómo se sienten. El problema es que no se les ha permitido mostrar ni entender las emociones.

“No llores”. “No hagas pucheros”. “No te quejes”. “Sé un hombre”. Un hombre sin emociones y obstinado. De nuevo, no todos los hombres, pero muchos. A los hombres se les enseñó que las emociones son un signo de debilidad. A las mujeres se les enseñó lo contrario. Por lo tanto, los hombres creen que las mujeres son débiles porque son emocionales y las mujeres que están cabreadas porque son vistas como débiles por algo que les enseñaron a hacer.

De pequeñas, a las niñas se les dan muñecas para que jueguen a las casitas y a las mamás y papás, mientras que los niños compiten, juegan videojuegos violentos, luchan, etc.

Por eso, es importante que cambiemos la educación de nuestros hijos y olvidemos estos roles de género. Hay que educar en la igualdad y mostrar a todos, niños y niñas, que expresar nuestras emociones es algo bueno y positivo. Así, encontraremos un buen equilibrio.

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