¿Cómo aprovechar el pan duro?
Puede que el pan te haya quedado duro al hornearlo o que no lo hayas acabado un día y se haya puesto duro al pasar las horas. No obstante, no debes tirar este pan, por muy duro que esté, ya que hay muchas recetas que puedes hacer con pan duro. Y ahora que estamos en época de crisis e inflación, aprovechar la comida viene mejor que nunca.
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¿Se puede recuperar el pan duro?
Si compras mucho pan y no lo terminas, este se va poniendo duro con el paso de las horas, hasta que se vuelve tan duro que es imposible masticarlo y consumirlo. Igualmente, si te gusta hacer tú misma la masa de pan, es posible que no hagas la mezcla correctamente o que lo hornees mucho tiempo y se te quede demasiado duro. Sea cual sea la causa, hay una forma de recuperar el pan duro para que vuelva a estar blando y pueda consumirse.
El truco consiste en humedecer el pan por ambos lados con un poco de agua y, luego, meterlo en el horno previamente precalentado a 230 grados durante 5 minutos. ¡Verás qué sabroso y blandito queda! Eso sí, no lo dejes más tiempo o puede ponerse duro de nuevo e incluso quemarse.
Recetas para aprovechar el pan duro
Y si no quieres recuperarlo, tienes muchas otras opciones ya que hay muchas recetas que puedes hacer con pan duro para aprovecharlo, ahorrar dinero, evitar el desperdicio y tirar comida a la basura.
1- Pan rallado. Puedes rallar el pan duro con una picadora o un rallador para hacer pan rallado para tus recetas de pechugas empanadas, croquetas, etc. Lo más adecuado es utilizar pan seco y sólo la corteza.
2- Picatostes. Corta el pan en pequeños dados, tuéstalos o fríelos y ya tienes unos ricos picatostes para acompañar tus caldos o ensaladas.
3- Tostadas. Corta el pan duro en rodajas y tuéstalas en la sartén, al horno o en una tostadora para hacer tostadas para el desayuno en las que untar mermelada, tomate rallado, mantequilla, aguacate… También puedes ponerles encima tomate frito, pavo, queso y otros ingredientes para hacer un rico panini.
4- Torrijas. Las típicas torrijas de Semana Santa, que pueden hacerse en cualquier época del año, pueden hacerse con pan duro. Solo tienes que cortar el pan en rodajas gruesas y reblandecerlas en leche y luego seguir la receta tradicional de torrijas.
5- Tostadas francesas. Coloca en un cuenco canela, leche, sal y vainilla. Bate unos huevos y añádelos. Sumerge las rodajas de pan en la mezcla y fríales en una sartén con mantequilla o margarina.
6- Tarta de pan duro. Con pan duro, leche condensada, azúcar, pasas, huevos, canela y vainilla puedes hacer una rica tarta. Tan solo tienes que sumergir el pan en la leche evaporada y dejar que se deshaga. Precalentar el horno. Incorporar el resto de ingredientes y remover bien. Verter la mezcla en molde acaramelado y hornear al baño María a 180º entre 45 y 60 minutos.
7- Gazpacho. Entre otros muchos ingredientes, el gazpacho lleva pan duro en su elaboración.
8- Pudin. Existen diversas opciones para hacer pudin, pero todas usan pan duro para su elaboración.
9- Migas de pan. Un plato muy típico de algunas zonas de España que se hace con pan duro que se remojan y se cocinan acompañadas de chorizo, uvas, etc.
10- Sopas de ajo. Un plato estrella del invierno que consiste en freír unos ajos con pimentón y añadir agua y trozos de pan duro.
11- Panzanella (también llamada panmolle). Es una ensalada de la gastronomía italiana con los mismos ingredientes que el gazpacho, por lo que el pan duro es esencial.
12- Ajo blanco. Plato típico de Málaga y Granada, consiste en una sopa fría a base de almendra, pan y ajo.
13- Borrachinos. Un dulce típico de la zona de Aller, en Asturias, muy fácil de elaborar que se prepara con miga de pan duro, que se mezcla con yemas de huevo y claras a punto de nieve hasta lograr unas bolitas tipo buñuelos.
14- Salmorejo. Parecido al gazpacho, pero sin pepino. Un plato refrescante y saludable.
15- Sopa de cebolla. Elaborada con cebolla, pan y queso rallado y con un huevo gratinado.
16- Sopas de leche. Un desayuno típico de hace unos años que se elabora con rebanadas de pan y leche que se calienta hasta que hierva, con una pizca de canela.
