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¿Es normal tener ansiedad?

¿Es normal tener ansiedad?

La ansiedad es una emoción que, a priori, no es mala, al contrario de lo que habitualmente se suele pensar. Supone que el organismo se active y se prepare para hacer frente a una amenaza o peligro. La función de la ansiedad es movilizar al organismo, mantenerlo alerta y dispuesto para intervenir frente a los riesgos y amenazas. Para responder a la pregunta de si es normal o no tener ansiedad, primero debes saber reconocer si lo que sientes es ansiedad en sí, o tan solo estrés acumulado. Además, la ansiedad puede ser difícil de reconocer y ser confundida con el miedo, la angustia o preocupación.

Índice

¿Es lo mismo ansiedad que estrés?

En muchas ocasiones los términos ansiedad y estrés se usan como sinónimos y, aunque el estrés pueda desencadenar la ansiedad, no son lo mismo.

El estrés está más asociado con cansancio y agotamiento que la ansiedad. Una persona puede estar agotada por exceso de trabajo, o por otras situaciones, sin tener un estado especial de nerviosismo o ansiedad.

Un nivel moderado de estrés es algo normal. El ser humano y, en general, los seres vivos tienen que adaptarse a múltiples situaciones. El proceso de adaptación a las demandas de una situación pone en marcha, normalmente, un proceso de estrés en el que la persona puede no tener suficientes recursos para afrontar las demandas de la situación.

La ansiedad, por otro lado, es aquella emoción que se produce cuando anticipamos esa amenaza, cuando pensamos lo que va a suceder y tratamos de prepararnos para hacerle frente.

Por ejemplo, al estar nervioso dos semanas antes de un examen, dándole vueltas a si aprobaremos, a las consecuencias de suspender, al tiempo que tenemos para estudiar... estaríamos hablando de ansiedad.

¿Cómo sé si tengo ansiedad?

Los síntomas de ansiedad se pueden dar a nivel cognitivo, fisiológico o motor. Para que puedas identificarla, estos son algunos de los más comunes:

Síntomas de ansiedad a nivel cognitivo

- Preocupación

- Inseguridad

- Dificultad para decidir

- Miedo

- Pensamientos negativos sobre uno mismo

- Pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros

Síntomas a nivel fisiológico

- Temblor

- Molestias de estómago o gástricas

- Palpitaciones

- Sudoración

- Tensión muscular

- Mareos, náuseas o dificultades para tragar

Síntomas a nivel motor u observable

- Fumar, comer o beber en exceso

- Ir de un lado para otro sin una finalidad concreta

- Tartamudear

- Evitar ciertas situaciones

- Quedarse paralizado

Es importante valorar si tienes estos síntomas, porque la ansiedad solo puede controlarse cuando se conoce. Pero no todas las personas muestran los mismos síntomas o con la misma intensidad, en realidad lo más habitual es no sentir todos los síntomas, cada persona tiene sus propias respuestas típicas de ansiedad. Normalmente, cada persona puede reconocer cuándo está en este estado, que no es la forma de ser a la que está acostumbrado, pero si se tiene alguna duda, sin duda lo mejor es acudir a un profesional para que lo diagnostique y considere si se trata de un problema.

Sentir ansiedad es desagradable porque nos dispone a acabar con nuestra exposición a una amenaza, pero a veces se convierte en patológica. Será sana y normal si nos sirve para solucionar el problema, o para evitarlo de manera eficaz y no influye de manera negativa en otros aspectos de nuestra vida. Mientras que será preocupante y patológica si nos afecta de manera desmedida por su intensidad, acabando por afectar a otras áreas de nuestra vida, o porque la lucha contra ella se convierta en el centro de nuestras actividades.

La ansiedad pues, como mecanismo adaptativo, es buena, funcional, normal y no representa ningún problema de salud.

Si es normal, ¿es evitable?

Una vez que hayas reconocido si tienes ansiedad, acepta que es algo habitual que le puede pasar a mucha gente (de hecho, es muy común) y no te resistas a ella. Lo mejor es aceptarla y buscar soluciones. No te empeñes en que la ansiedad se vaya, ya que así solo conseguirás estar más ansioso. Es mejor tener claro que la ansiedad solo es algo temporal que, igual que empieza, acaba.

Pensar en acontecimientos futuros y en lo que podría salir mal puede ser un gran problema para las personas que sufren ansiedad. Estos pensamientos recurrentes negativos nos llevan a tener un ataque de ansiedad o sentir ansiedad constante, por lo que lo que debes hacer es centrarte en lo que te está pasando y no en lo que te podría pasar, ni adelantar los acontecimientos.

Para ello, una buena idea es tomar distancia de la situación y observarla desde fuera, comprobando qué es lo que realmente está pasando y cómo podrías solucionarlo.

Si la ansiedad comienza a tomar el control de tu vida y se convierte en un serio problema, debes acudir a un profesional de psicología que te pueda ayudar. Hoy en día, aparte de terapia, existe medicación que puede mejorar mucho tu situación.

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