¿Sabías que los condones son buenos para la salud de tu vagina?
Entre los muchos métodos anticonceptivos que existen, los condones son los únicos que protegen contra las enfermedades de transmisión sexual, por lo que son perfectos para relaciones esporádicas. Pero, además, recientes estudios han demostrado que protegen la salud de tu vagina.
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Ventajas de los condones
Una de las mayores ventajas de los anticonceptivos de barrera, como los preservativos, es que son los únicos que protegen frente a las enfermedades de transmisión sexual (ETS), las cuales están sufriendo un importante repunte en los últimos años ya que la mayoría de personas se preocupa por un embarazo no deseado, pero no por el contagio de enfermedades como clamidia, gonorrea o sífilis, cada vez más frecuentes.
Por eso, se recomienda, sobre todo en las relaciones sexuales esporádicas, no con una pareja fija, usar condones aunque también se esté usando la píldora, el DIU u otro anticonceptivo hormonal.
Los condones mejoran tu salud vaginal
Ahora, además, un estudio del ginecólogo y director ejecutivo del Southern California Center for Sexual Health and Survivorship Medicine, Michael Krychman, pone de manifiesto que el semen tiene un pH muy alto, superior al de la vagina, por lo que puede alterar el equilibrio de las bacterias que habitualmente se encuentran en ella.
La vagina tiene un equilibrio muy inestable entre las bacterias buenas y las malas, y cuando entra un cuerpo extraño, como el semen, puede alterar este equilibrio causando una infección.
Krychman llevó a cabo un estudio entre 164 mujeres adultas sanas que usaban métodos no hormonales de anticoncepción y descubrieron que el uso de condones mostraba una mayor colonización de una bacteria llamada Lactobacillus crispatus, que juega un papel muy importante en la lucha contra las bacterias malas. Así, las mujeres que usaban condones tenían menor riesgo de padecer una vaginosis bacteriana (infección de la vagina).
Y no es que los condones tengan ninguna propiedad mágica que “cure” la vagina, sino que, al mantener el esperma fuera de la misma, no afectan al pH vaginal, manteniendo su equilibrio y evitando que las bacterias malas se impongan a las buenas.
No obstante, no todas las mujeres reaccionan igual ante el semen, por lo que habrá a algunas que no les afecte y otras que tengan muy a menudo infecciones sin saber el motivo. Si eres de estas últimas, quizá se deba a esto.
Fuente:
Michael Krychman, Southern California Center for Sexual Health and Survivorship Medicine
