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6 claves para andar con tacones y no dejarte los tobillos en el intento

6 claves para andar con tacones y no dejarte los tobillos en el intento

Desde el punto de vista estético, no cabe duda de su atractivo. Pero desde el punto de vista práctico… ahí nos entran más dudas. Estos son seis trucos para que andar más o menos cómoda con tacones no sea misión imposible.

Índice

Fueron inventados para jinetes hititas para fijar el pie al estribo de la montura. De ahí fueron pasando a hombres de clase alta y símbolo de estatus social. Con el tiempo, nos los acabaron endosando a las mujeres. Alzado como una de las prendas femeninas por excelencia, somos muchas las que, aunque en una posición estática veamos con gusto cómo hacen nuestras piernas más largas y dan a nuestro look una apariencia totalmente nueva, no podemos evitar parecer una cigüeña coja al dar unos pasos en ellos.

6 trucos para andar con tacones

Te damos 6 trucos para que, si estás dispuesta a ello, aprendas a andar con tacones:

  1. Camina talón-puntera.

Puede parecer obvio, porque lo es. Pero es fácil que intentemos andar con tacones de la misma forma que haríamos con zapatos planos, y entonces irás poniendo todo el pie plano sobre el suelo, o bien que andes como si fueras de puntillas. En lugar de eso, apoya primero el tacón y luego la punta, el andar será más sencillo y encima se verá mejor.

Además, es importante que camines con la espalda bien recta. Prueba a caminar por tu casa con un libro en la cabeza sin que se te caiga. Imagina una línea recta e intenta andar por ella sin salirte.

  1. Da pasos cortos.

No estamos hablando de mini pasos a nivel Geisha, sino de zancadas un poco más cortas de lo normal.No dobles las rodillas más de lo habitual y practica mucho en casa. Cuanto más andes con unos zapatos de tacón, mejor lo harás y menos daño te harán esos zapatos.

  1. No empieces por un stiletto con un tacón de aguja.

Eres ambiciosa, sí, pero empezar por ese tipo de zapato es casi directamente suicida. En lugar de eso, prueba con algún calzado de cuña o que tenga un tacón más ancho para poder ir desarrollando tu andar de tacones poco a poco.

Es importante tanto la forma, como el tamaño. Empieza por tacones más anchos de 4 o 5 cm y, cuando camines bien con ellos, puedes ir probando otros más finos y un poco más altos. Pero siempre paso a paso, nunca mejor dicho.

  1. Mueve las caderas.

La tensión corporal es el enemigo número uno de andar cómoda con tacones (o andar cómoda en general). En cambio, dejar llevar tu cadera según andas a un lado y otro te ayudará mucho con tu equilibrio. Relaja las rodillas y las caderas para andar más cómoda y evitar lesionarte o hacer te daño.

  1. Da tracción a la suela.

Una suela a estrenar, lisa y suave te dará muy mala estabilidad y la sensación de estar ante un resbalón inminente. Puedes pasar un poco de papel de lija por la suela del zapato para darle un mejor agarre o comprar pegatinas o plantillas que venden específicas para ello.

  1. Si sigues sin andar cómoda, diles adiós.

Seamos realistas, los tacones son muy populares sí, pero más importante es que puedas andar por la calle sin pensar en un movimiento tan básico como cada paso que das. Y su uso continuado está lejos de ser recomendable: excesiva presión en las rodillas y tobillos, peso concentrado en la puntera del pie o desarrollo de deformidades en los dedos de los pies.

¿Cómo evitar que los pies duelan?

Para empezar, sigue nuestros consejos de ir poco a poco probando primero con tacones más anchos y menos altos. Además, debes dar un descanso a tus pies de vez en cuando y no usar tacones hasta para ir a comprar. Puedes usar almohadillas de gel que se colocan entre la suela y el pie para que estés más cómoda y el zapato no te haga tanto daño. Otros trucos que pueden ayudarnos son:

1- Mete tus tacones en el congelador. Para evitar rozaduras, prueba a meter dos bolsas llenas de agua en tus tacones y dejar que estén allí hasta que se congelen. Así, enfriarán el interior del zapato y suavizarás la piel haciendo que roce menos.

2- Si los pies te sudan mucho, esparce antes de ponerte los zapatos unos pocos polvos de talco por su interior.

3- Opta por zapatos de plataforma en lugar de tacones finos.

4- Si por tu trabajo no tienes más remedio que usar taconazos y eres incapaz de aguantar con ellos, puedes recurrir a una medida un poco más drástica, pero muy efectiva: la cirugía. Sí, como lo oyes, puedes hacerte un injerto de grasa en el talón, procedente de otra zona del cuerpo como el vientre o las nalgas, creando un efecto almohadilla en la planta considerablemente duradero.

Por último, al llegar a casa y quitarte los tacones, mete tus pies en agua tibia con sal para recuperarse del dolor.

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