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¿Cómo ser humilde?

¿Cómo ser humilde?

¿Te han dicho que eres muy arrogante, soberbia, altiva u orgullosa? ¿Estás intentando ser una persona más humilde? Echa un ojo a estos consejos.

Índice

¿Qué es la humildad?

La humildad es una virtud del ser humano que consiste en reconocer las propias limitaciones y debilidades, lo que nos permite aceptar los fallos y no creernos que somos los mejores en todos, cuando seguro que no lo somos.

La humildad nos permite crecer y mejorar y, además, nos ayuda a estar en armonía con nosotros mismos y con los demás.

Las personas humildes, en general, generan menos conflictos y, por lo tanto, tienen un mayor bienestar emocional y social. Tienes menos problemas en el trabajo, con los amigos, con la familia y con la pareja.

Por eso, si sabes que eres demasiado arrogante y soberbia o te han acusado más de una vez de ser muy altiva y orgullosa, no está de más que eches un vistazo a estos consejos y trates de ser más humilde. Verás cómo te ayuda a ser más feliz en tu vida.

Consejos para ser más humilde

1- No valores a los demás por sus posesiones. Las personas no son mejores por tener más casas o dinero, sino por su forma de comportarse. Las posesiones materiales no definen el valor de una persona, sino que lo hace su personalidad. No juzgues a los demás por lo que tienen, no implica necesariamente que sean más listos o exitosos. Tampoco se les debe juzgar por su posición social o por estereotipos en base al trabajo. Todos los trabajos y todas las personas son importantes.

2- Trata a todo el mundo por igual. No te creas superior a los demás por lo que tienes o por lo que has conseguido. Creerse superior muestra arrogancia y soberbia. Trata a todo el mundo como un igual. Nadie es más que otra persona, da igual su cargo o su ocupación. A pesar de las diferencias, todos somos iguales y debemos ser tratados en base a ello.

3- No te creas siempre con la verdad absoluta. Creer que uno siempre tiene razón es una muestra clara de soberbia y arrogancia. Todos nos equivocamos a veces y, además, se deben respetar las opiniones de los demás. Eso nos hace más humildes.

4- Acepta tus fallos. Reconocer que nos hemos equivocado es una muestra clara de humildad. No hay nada malo en aceptar los fallos y errores, al contrario, eso nos hace crecer como personas y mejorar. Eso implica también saber pedir perdón e intentar enmendar los errores.

5- Aprende de las personas humildes. Si a tu alrededor hay personas humildes y sencillas, fíjate en cómo se comportan e imita esos comportamientos para ser menos altiva.

6- Sé accesible y cercana. Las personas humildes siempre están dispuestas a ayudar a los demás y prestarles su apoyo o atención cuando lo necesitan. Intenta ser solidaria y colaborar con los demás en el trabajo, en casa, en una ONG.

7- Agradece lo bueno que recibes. Hay que saber dar las gracias por las cosas buenas que nos pasan en la vida, aunque sean objeto de nuestro propio esfuerzo. Dar las gracias es muy satisfactorio y nos hace sentir mejor.

8- Reconoce tus límites. Una de las características de las personas arrogantes es que se creen que son capaces de hacerlo todo, que no tienen límites, casi como si fueran dioses. Pero eso no es real, somos humanos y todos tenemos límites y llegamos hasta un punto. Aceptarlo es clave para ser más humilde. Sé sincera con tus capacidades y tus límites para no creerte superior.

9- No te creas el mejor en todo, por muy buena que seas, siempre puede haber alguien mejor que tú. Identifica tus fortalezas, pero también tus límites, y acepta que puedes no ser perfecta en todo.

10- No alardees. Es muy bueno tener una gran autoestima y confianza en una misma, pero a nadie le gustan las personas que están todo el día alardeando de sus logros y se creen mejores que los demás. De hecho, tendemos a odiar a esas personas, así que no seas una de ellas. Eso no significa que no te sientas orgullosa de tus logros, pero sin “rebozárselos” a los demás.

11- No te lleves todo el mérito. Cuando hayas conseguido hacer algo con ayuda de otras personas, reconóceselo y no intentes apropiarte de todo el mérito. Comparte el éxito y da las gracias.

12- No compares. Es casi imposible ser humilde si te pasas el día haciendo comparaciones o buscando quién es el mejor en cada campo.

13- Estate siempre dispuesta a aprender. Nadie es perfecto o el mejor en algo, siempre se puede mejorar o aprender algo nuevo. Mantén tu mente abierta a crecer y mejorar, así podrás ir aprendiendo nuevas cosas y siendo cada día más completa gracias al aprendizaje.

14- Ponte la última. Si siempre estás empujando a los demás para ser la primera, deja que pasen otros antes que tú en la fila, por ejemplo, ancianos, personas con discapacidad, embarazadas… No trates de ser siempre la primera en todo. No te va a dar ventajas ni más felicidad.

15- Escucha más de lo que hablas. Las personas humildes saben escuchar a los demás y no se pasan el día hablando de sí mismas. Deja hablar a los demás, muestra interés por lo que cuentan y haz preguntas para que vean que les estás haciendo caso.

Pero no te pases de humilde…

La humildad es una virtud siempre que se practica en su punto justo. No se trata tampoco de arrastrarse o dejarse humillar por los demás. No significa que tengamos que dar siempre la razón a los demás ni estar dispuesto a todo. Ni implica ser sumisa o no tener autoestima. En ocasiones tendrás que mostrar que tienes tú la razón o habrá situaciones que escapen a tu control y en las que no puedas hacer nada. También habrá personas que no quieran tu ayuda. Hay que saber también que la humildad tiene límites, como todo en la vida. Y si tienes problemas para conseguir ser más humilde, busca ayuda de un profesional de psicología.

Fuente:

Nielsen, R., Marrone, J. A., y Slay, H. S. (2010). A new look at humility: Exploring the humility concept and its role in socialized charismatic leadership. Journal of Leadership & Organizational Studies, 17, 33-43.

Redacción: Irene García

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