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Beneficios de la kombucha

Beneficios de la kombucha

Es posible que aún no hayas oído hablar de la kombucha, pero lo cierto es que esta bebida fermentada gana adeptos día a día debido a sus maravillosas propiedades probióticas que refuerzan el sistema inmune, protegiéndonos contra muchas enfermedades. ¿Quieres saber más?

Índice

¿Qué es la Kombucha?

La kombucha o té de kombucha es una bebida fermentada a partir de té negro endulzado que se elabora con una serie de hongos que la convierten en una bebida probiótica rica en bacterias beneficiosas para la salud. El sistema de elaboración es similar al del kéfir, solo que se usa té negro en lugar de leche como base para crear esta bebida.

La kombucha es una bebida de origen chino con un sabor parecido a la sidra de manzana o al champán. Los primeros usos de té kombucha datan del 221 a. C., durante la dinastía china Tsin. Para fermentarla se usan una serie de bacterias y levaduras llamadas SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast). Los microorganismos que se encuentran más habitualmente en el cultivo son Saccharomycodes ludwigii, Schizosaccharomyces pombe, Picia fermentans, Brettanomyces bruxellensis, Bacterium xylinoides, Bacterium xylinum, Bacterium gluconicum, Bacterium katogenum y Candida stellata.

Este proceso de fermentación hace que la bebida adquiera una serie de bacterias probióticas beneficiosas, pero también otros nutrientes como vitaminas del grupo B y C, aminoácidos, enzimas, ácidos orgánicos y minerales como hierro, potasio, zinc, calcio, cobre y manganeso.

Sus efectos probióticos le confieren una gran cantidad de beneficios para la salud entre los que destacan las propiedades antioxidantes, energéticas, depurativas y fortalecedoras del sistema inmunitario.

Algunos de los beneficios principales que presenta la kombucha son:

1- Combate la gastritis, ya que ayuda a eliminar la bacteria Helicobacter pylori, principal causante de esta enfermedad que afecta a la mucosa del estómago.

2- Ayuda a perder peso, ya que regula el apetito, evitando que piquemos entre horas.

3- Mejora el funcionamiento intestinal al equilibrar la flora intestinal y evitar el estreñimiento. Además, previene infecciones intestinales, puesto que las bacterias beneficiosas que contiene ayudan a combatir las bacterias y hongos que pueden causar este tipo de enfermedades.

4- Reduce el estrés y la ansiedad, sobre todo en épocas de mayor estrés como exámenes, oposiciones, presentaciones, etc.

5- Mejora el funcionamiento del hígado.

6- Las bacterias probióticas que contiene fortalecen el sistema inmunitario, ayudando a evitar el contagio de diversas enfermedades o a curarnos de las mismas.

7- Tiene efectos depurativos y desintoxicantes, ayudando a eliminar las toxinas del organismo y mejorando nuestra salud general, a la vez que previene y alivia enfermedades como artritis, reumatismo, gota, etc.

8- Ayuda a controlar la tensión arterial.

9- Alivia y mejora los principales síntomas de la menopausia, como los sofocos.

10- Reduce y alivia los dolores de cabeza y las migrañas.

11- Previene infecciones urinarias al evitar la retención de líquidos.

12- Aumenta los niveles de energía.

13- Tiene propiedades antibióticas, por lo que ayuda a tratar infecciones como la candidiasis.

14- Disminuye los síntomas premenstruales.

15- Mejora los síntomas causados por las reacciones alérgicas.

16- Previene la pérdida de memoria.

17- Aplicada tópicamente, mejora problemas y afecciones de la piel.

18- Previene enfermedades como diabetes y cáncer.

¿Es buena para todo el mundo?

Al ser un producto que suele prepararse en casa, puede contaminarse con otras bacterias u hongos si no se siguen unas medidas de higiene escrupulosas como lavarse bien las manos o usar recipientes estériles, por lo que no se recomienda durante el embarazo o la lactancia.

Además, hay que tener en cuenta que el proceso de fermentación genera alcohol y, aunque normalmente no supera el 1%, si se deja fermentar más tiempo puede contener más alcohol.

Y nunca se debe consumir más de 300 ml al día o puede causar reacciones adversas como náuseas y vómitos.

¿Cómo elaborar la kombucha?

Para elaborar esta bebida en casa necesitas:

Un hongo de kombucha u hongo chino

Agua mineral

Azúcar blanco

Té negro

Una olla de acero inoxidable o recipiente de vidrio

Antes de empezar debes lavarte bien las manos y todos los utensilios que vayas a usar con agua caliente y vinagre. Coloca el agua en la olla y ponlo a hervir. Cuando comience a hervir, echa una taza de azúcar blanco y mezcla bien. Apaga el fuego y echa 5 sobres de té negro, dejando reposar unos 15 minutos.

Coloca el té en un recipiente de vidrio y espera a que se enfríe para echar el hongo kombucha. Tapa el frasco y guárdalo en un lugar aireado, sin mucha luz, entre 6 y 10 días. Recuerda que, cuanto más se fermenta, más fuerte y avinagrado es el sabor. Si quieres que esté más dulce, con 6-7 días es suficiente. Una vez pasado este tiempo, tendrás tu té de kombucha listo para beber.

Si no te convence el sabor, puedes hacer una segunda fermentación para que la bebida resulte más sabrosa. Para ello, añade ingredientes como jengibre, uva, piña, naranja u otras frutas, dejando que fermenten un par de días.

Consérvalo en la nevera y ten en cuenta que, si tardas mucho en consumirlo, irá cambiando su sabor.

Fuente:

American Cáncer Society: http://www.cancer.org/treatment/treatmentsandsideeffects/complementaryandalternativemedicine/dietandnutrition/kombucha-tea

Journal of Food Protection: July 2000, Vol. 63, No. 7, pp. 976-981

Comprehensive Reviews in Food Science and Foods Safety, Volume 13, Issue 4, July 2014, Pages 538–550.

Redacción: Irene García

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