¿Qué pasa si orinas sangre?
No cabe duda de que la sangre en la orina siempre es motivo de alarma. La hematuria es lo que conocemos como la presencia de sangre en la orina y a pesar de no tratarse de una enfermedad como tal sí que es un síntoma de ella o de alguna disfunción en el aparato urinario.
Índice
Diagnóstico del problema
La orina que contiene sangre puede aparecer de diversos colores, desde un tono más sonrosado a uno más rojo puro e intenso, pero también puede tener una coloración oscura tirando a un color marrón. Sin embargo, en algunas ocasiones lo que suele suceder es que la sangre está en cantidades tan pequeñas que el color de la orina es completamente normal por lo que la única manera de descubrir si hay sangre en el tracto urinario es haciendo un análisis urinario o un urocultivo.
En condiciones normales la orina no posee sangre. Como máximo podrán aceptarse un número de uno o dos hematíes por campo en el sedimento de orina o hasta cinco en el caso de las mujeres. En ese caso no se va a producir, por tanto, ningún cambio en la coloración de la orina dado que la sangre en esta se vuelve macroscópica, es decir, se ve a simple vista cuando hay 100 hematíes o más por campo. No obstante, la presencia de orina en sangre puede dividirse en dos tipos:
- Macroscópica: cuando la sangre en la orina se ve a simple vista y presenta un color rosáceo o rojo en hematurias francas.
- Microscópica: cuando la sangre en la orina no se ve a simple vista y se ve en el análisis de laboratorio o en la tira reactiva de orina. Esta tira es un instrumento de diagnóstico básico que tiene como finalidad detectar algunos de los cambios patológicos que pueden aparecer en la orina de un paciente determinado.
Además de análisis de orina, análisis de sangre... se pueden hacer pruebas de imagen como ecografía, tomografía axial computarizada, etc.
Es cierto que a pesar de que la presencia de sangre en la orina no es un síntoma de urgencia vital sí que resulta recomendable acudir al profesional de medicina y urología para conocer la causa ya que, además, dependiendo de esta la gravedad puede aumentar. En el caso de que exista incapacidad para orinar, haya presencia de fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos, mucho dolor o incluso sangre con coágulos habrá que acudir a urgencias. En este último caso, por ejemplo, habrá que hacerlo inmediatamente ya que puede existir una retención de orina importante, producirse un globo vesical y la orina tenderá a ascenderse por los uréteres provocando pielonefritis (infección de la vía urinaria superior).
¿Qué es lo que ha podido causar la sangre en la orina?
La orina en sangre puede deberse a distintas causas y también requerir diferentes tratamientos.
- Infecciones urinarias: a pesar de que una de las causas más comunes de hematuria se deba a las infecciones urinarias no hay que dejar de prestarle importancia. Esta, además, se suele acompañar de molestias al orinar, escozor en la micción, etc. Normalmente son las mujeres quienes tienen mayor probabilidad de sufrirlas dado el tamaño de la uretra (mucho más corta que la del hombre). Esto no es grave, pero hay que acudir al médico para empezar con el antibiótico cuanto antes.
- Cólico nefrítico: el cólico nefrítico (o renal) es el dolor repentino de gran intensidad que se produce generalmente por la presencia de cálculo en el conducto que va desde los riñones hasta el tracto urinario cercano a la uretra. En el 90% de los casos los cólicos se acompañan de hematuria microscópica o macroscópica, lo que sugiere que la causa del cólico sea una piedra renal.
- Glomerulonefritis: inflamación de la vejiga, la uretra, la próstata o el riñón
- Masa renal: tanto la tumoración en el riñón como en anexos del sistema urinario pueden producir hemorragia y el único tratamiento es la cirugía.
- Traumatismo abdominal: lesión grave en el abdomen por golpes contusos o por heridas penetrantes. En este caso en concreto el tratamiento dependerá de la causa del sangrado.
- Antiagregación plaquetaria: el tratamiento con sintrom (uno de los anticoagulantes más usados) u otro tratamiento con algún antiagregante puede provocar hematuria en algunas ocasiones. Para regularlo bastará con corregir la descompensación en los niveles de sintrom.
- Insuficiencia renal o poliquistosis renal.
- Cáncer de la vejiga o los riñones.
- Trombocitopenia: cantidad baja de plaquetas que puede causar hemorragias.
- Causa idiopática: se desconoce la causa de la hematuria.
En el caso de los hombres, por ejemplo, la orina en sangre también puede aparecer por una enfermedad prostática ya que la próstata puede causar problemas de micción por engrosamiento de esta, dando lugar a la hematuria, que se puede tratar con medicamentos o con cirugía.
Además, existen otros motivos por los que podemos notar la presencia de orina en sangre:
- Hacer un esfuerzo físico importante. Por ejemplo, en el caso de correr una maratón puede aparecer sangre en la orina incluso pasadas 48 horas después de haber finalizado la carrera. ¿Por qué? Pues bien, debido al impacto excesivo que ejercemos sobre los glóbulos rojos que terminan rompiéndose.
- Ingerir algunos determinados medicamentos. Medicamentos como el alopurinol (para el ácido úrico), los antibióticos como la penicilina o los antiinflamatorios como el ibuprofeno o el diclofenaco podrían ser causantes también de la presencia de orina en sangre.
- Consumir ciertos alimentos. A pesar de que en ese caso no se trate exactamente de sangre, es cierto que en algunas ocasiones la orina puede teñirse de un color rojizo tras la ingesta de algunos alimentos como pueden ser la remolacha o las moras.
Por último, hay que tener en cuenta que no se debe confundir la hematuria con la uretrorragia ya que esta última es la salida espontánea de sangre por la uretra sin orinar y, por supuesto, algo totalmente independiente de la micción.
En cuanto se sepa la causa, el tratamiento irá encaminado a solucionar esa causa y, de este modo, desaparecerá la sangre en la orina.
Boorjian SA, Raman JD, Barocas DA. Evaluation and management of hematuria. In: Wein AJ, Kavoussi LR, Partin AW, Peters CA, eds. Campbell-Walsh Urology. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 9.