¿Es normal tener la lengua blanca?
Puede que te haya pasado ya o puede que te vaya a pasar. Tener la lengua blanca no es lo más habitual, pero a veces ocurre y es debido a múltiples factores. Por eso es importante conocer cuáles son sus causas y averiguar cuál es la mejor manera para tratarlo.
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¿Por qué tengo la lengua blanca?
Nuestra lengua es un órgano muscular móvil situado en la boca que ayuda tanto en el gusto y la masticación de alimentos como en la articulación de los sonidos de la voz. Pertenece al sistema digestivo y además es un indicador de la salud.
Existen algunos órganos que pueden servir para conocer nuestro estado de salud, y nuestra lengua es uno de ellos. Este órgano puede cambiar de color o de textura, reflejando el estado de salud en el que nos encontramos.
Una lengua sana debe tener un color más bien rosado o rojizo, y debe poseer una fina capa de saburra lingual. La saburra es la capa blanquecina de la lengua por defecto de la secreción de esta misma. Nuestra lengua no debe estar demasiado seca ni tampoco demasiado húmeda y debe poder moverse con facilidad, por lo que si nuestra lengua comienza a adquirir una nueva tonalidad y ahora es blanca, estaremos ante algún tipo de trastorno bucal. Además, suele ir acompañada de otros síntomas como mal aliento, sensación pastosa al tragar.
Es cierto que en la mayoría de las ocasiones la lengua blanca se debe a una mala higiene bucal, sin embargo, no es siempre así. Cuando llevamos una higiene bucal inadecuada, nuestra boca lo nota. Ante esto el remedio es muy sencillo. Bastará con cepillarnos regularmente la boca, unas tres o cuatro veces al día después de cada comida. Pero no será suficiente con cepillarse los dientes. Debemos prestar especial atención a la lengua y cepillarla siempre al final como en una especie de ligero raspado.
Cada vez fabrican más cepillos con una especie de plantilla de silicona en la parte de atrás del cepillo para que no sea tan desagradable como cuando lo hacemos con el cepillo. Además, si utilizamos un enjuague bucal e hilo dental reduciremos la acumulación de bacterias.
No obstante, el alcohol y el tabaco son otras de las causas que pueden provocar que nuestra lengua cambie a una tonalidad más bien blanquecina. ¿Por qué? En los casos más extremos, este nuevo tono puede ser debido al cáncer de lengua que se origina en las células linguales, produciendo un tumor local que se va propagando a medida que pasa el tiempo. Según los expertos, alrededor del 80-90% de los pacientes que padecen este tipo de cáncer tienen el mismo antecedente: alcoholismo y tabaquismo.
Si observamos además también pequeñas úlceras blanquecinas (aftas) puede que estemos ante un caso de candidiasis bucal, que ocurre normalmente cuando tenemos las defensas bajas. Pero para determinar bien su causa lo más recomendable es acudir a un especialista para que sea él quien nos aconseje de manera adecuada y nos oriente sobre cómo tratarlo.
Por último, la aparición de color blanco en la lengua puede deberse a una inflamación estomacal o a problemas en el hígado. Cuando además de tener la lengua blanca, la tenemos espesa, notamos nuestro vientre algo hinchado, gases, náuseas y pocas ganas de comer es probable que se deba a una inflamación estomacal, conocida normalmente como gastritis. La gastritis es la inflamación de la mucosa del estómago. Ante esta situación, lo mejor es visitar a nuestro médico para que realice una exploración y pueda determinar así un diagnóstico apropiado acerca de la salud de nuestro estómago.
La lengua blanca también puede ser signo y síntoma de que tenemos problemas en el hígado. Si nuestras digestiones se vuelven muy pesadas, sufrimos a menudo dolores de cabeza, estreñimiento, y además empezamos a notar un sabor amargo y tenemos la boca pastosa, lo más probable es que nuestro hígado nos esté indicando que necesita depurarse. Ante esto, se aconseja seguir una dieta equilibrada basada en frutas y vegetales frescos evitando en la medida de lo posible los alimentos demasiado grasos.
Otra posibilidad es sufrir candidiasis oral. Esta infección, producida por el hongo Candida albicans, el cual crece principalmente en la lengua, aunque también puede aparecer en las mejillas internas, en las encías e incluso en parte de las amígdalas. Suele ser más común en bebés y en ancianos, pero también en todo aquel que cuente con un sistema inmune débil.
La leucoplasia es una mancha o placa blanca que aparece en la lengua o en la parte interior de la mejilla que, normalmente, no necesita tratamiento. No suele provocar síntomas y es poco probable que se malignice.
El liquen plano oral aparece como una decoloración blanca de las encías, la lengua o el interior de las mejillas. Al principio, puede pasar desapercibida porque no provoca dolor. Sin embargo, si la causa es debida a una inflamación, pueden aparecer molestias en la boca (sensación de ardor o dolor en las encías), especialmente, al comer o al beber.
La lengua geográfica es una enfermedad de carácter inflamatorio no infecciosa que puede estar causada por estrés. Aparece como una placa muy pequeña de color blanquecino que se va extendiendo a los bordes de la lengua de manera irregular por lo que, en ocasiones, se parece a un mapa geográfico. Puede confundirse con una infección de hongos, pero, a diferencia de estos, el centro es liso y aparece enrojecido. Puede causar también quemazón y escozor.
También puede estar causada por aftas orales, es decir, úlceras o llagas abiertas y dolorosas que aparecen en la boca. Suelen ser redondas u ovaladas de color blanco o amarillo y están rodeadas por un área roja y brillante.
Por último, la sífilis, una enfermedad de medicina de transmisión sexual, puede causar placas blancas en la lengua, además de otros síntomas, como dolores de cabeza, fiebre, dolor en las articulaciones e inflamación de las glándulas.
Qué hacer si tengo la lengua blanca
Para limpiar nuestro organismo y aumentar nuestras defensas tanto en el caso de los problemas hepáticos como en el caso de la inflamación estomacal, podemos llevar a cabo los siguientes pasos:
1. Tomar un vaso de agua con medio limón exprimido cada mañana en ayunas. Como sabemos, el limón tiene multitud de beneficios para la salud, y entre ellos se puede destacar que el jugo de este cítrico es digestivo y depurativo del hígado.
2. Comer cada día un yogur blanco sin azúcar. El yogur ayuda a eliminar el exceso de levaduras perjudiciales en la boca para regular la cantidad de microbios en la cavidad bucal. Sin duda, tanto el color de nuestra lengua como nuestra salud bucal mejorarán. Además, contiene probióticos, bacterias buenas que refuerzan las defensas de la lengua.
3. Beber mucho líquido durante el día. El agua es fundamental pero también pueden aportarnos muchísimos beneficios los zumos naturales, como los de arándanos o manzana.
4. Tomar mucha vitamina C. ¿Dónde la encontramos? Las naranjas, las mandarinas, los kiwis o las fresas son algunas de las frutas que podemos consumir ya que poseen un elevado contenido de vitamina C.
5. Consumir vegetales crudos o crujientes como las espinacas, los tomates o la lechuga que nos ayudan a limpiar la lengua cuando los masticamos.
6. Hacer gárgaras con agua salada.
7. Usar bicarbonato de sodio. Añadir esta sustancia al cepillo de dientes y frotar la lengua, los dientes y las encías puede ayudar a reducir las bacterias que provocan que la lengua se vuelva blanca.
8. Comer ajo crudo puede ayudar al cuerpo a luchar contra las infecciones provocadas por la Candida. Una investigación aseguró que un componente del ajo, denominado alicina es eficaz contra este hongo.
Por lo tanto, para prevenir cualquier tipo de trastorno bucal es fundamental llevar una vida sana, seguir una dieta equilibrada y saludable y mantener una adecuada higiene bucal. Y acudir al experto en odontología para que nos dé el tratamiento adecuado.