¿Qué pasa si dejas tu trabajo?
¿Estás cansada de tu trabajo y ya no puedes más? ¿No te sientes motivada y necesitas un cambio de aire? Si quieres dejar tu trabajo estás en tu derecho, pero debes valorar antes los pros y los contras.
Índice
¿Por qué dejar un trabajo?
Los motivos que te lleven a pensar en dejar tu trabajo pueden ser muchos y de muy distinto tipo. Es posible que tengas problemas con tu jefe y ya no aguantes más sus humillaciones y sus desplantes; que estés sufriendo acoso laboral por parte de algún compañero; que tu trabajo no te motive y no te guste nada de nada; o que quieras dedicarte a tu sueño. Sea cual sea la causa, dejar el trabajo, sobre todo si lo haces sin tener otro trabajo o proyecto en mente, es un tema complejo ya que, al fin y al cabo, trabajamos porque necesitamos el dinero para vivir, y sin esa fuente de ingresos es posible que tengas problemas para llegar a fin de mes.
Y es que lo primero que debes valorar es el tema económico. Si dejas tu trabajo porque has encontrado algo mejor, no hay problema. Pero si lo dejas porque estás harta pero no tienes ninguna otra cosa que hacer, debes saber que, si te despides de tu empresa, no tienes derecho a cobrar el paro a no ser que puedas alegar que la extinción voluntaria de tu puesto de trabajo (es decir, irte tú en lugar de ser despedida) por alguno de estos supuestos:
- Por un traslado definitivo ordenado por la empresa que te obliga a cambiar de domicilio. En este caso tienes derecho al paro y a la misma indemnización que por despido objetivo.
- Porque la empresa ha hecho un cambio sustancial y perjudicial de tus condiciones de trabajo. También tienes derecho a paro e indemnización.
- Por modificación de las condiciones de trabajo con perjuicio de la dignidad, impagos o retrasos graves, o cualquier otro incumplimiento de tu contrato. En este caso tienes derecho a paro y a la misma indemnización que en caso de despido improcedente.
- Por ser víctima de violencia de género. Con paro, pero sin indemnización.
Por lo tanto, si dejas tu trabajo por alguno de estos motivos y puedes demostrarlo, tendrás derecho al paro, que cobrarás en el INEM. Pero si lo haces simplemente porque estás cansada o ya no te gusta tu trabajo, no tendrás derecho a paro. Piénsalo y valora tus opciones. También puedes hablar con un abogado de derecho laboral.
Consecuencias de la baja voluntaria
Las consecuencias económicas principales de dejar el trabajo de forma voluntaria son:
- Te dan de baja en la Seguridad Social, por lo que dejas de cotizar.
- Dejas de percibir el salario pactado, aunque sí tienes derecho a las cantidades devengadas y no abonadas por la empresa hasta ese momento: parte proporcional de la paga extraordinaria, vacaciones devengadas y no disfrutadas, etc.
- Y, como decíamos, la baja voluntaria te impide acceder a la prestación por desempleo (el paro) a no ser que pruebes alguno de los supuestos antes indicados.
¿No puedes solucionar tus problemas?
Además, debes pensar bien en los motivos por los que quieres dejar tu trabajo ya que es posible que no veas más solución que irte, pero puede que haya otras formas de solucionar tu malestar laboral, como hablar con tu jefe, solicitar un cambio de puesto de trabajo, pedir un ascenso o valorar cómo puedes ser más productivo y disfrutar más de tu trabajo, sin caer en la rutina y el aburrimiento.
Si no ves más remedio que irte, tendrás que pensar en lo que quieres hacer a partir de ahora ya que dejar un trabajo, aunque sea aburrido o cobres poco, para quedarte en casa viendo pasar las horas no es una solución y no solo no te encontrarás mejor, sino que es posible que acabes cayendo en una depresión si pasan los meses y no encuentras otro trabajo ni nada que hacer.
Por lo tanto, si quieres dejar tu trabajo tienes que tener un plan B. Piensa en aquello que realmente quieres hacer y en cómo puedes lograrlo. Quizá quieres montar una empresa por tu cuenta, en cuyo caso tendrás que saber cómo darte de alta de autónomo, qué debes pagar, los primeros pasos para registrar tu empresa, etc. O quieres tomarte un año sabático para pensar en tus objetivos en la vida y viajar y ver mundo. O cambiar de sector y buscar trabajo en un área diferente. O escribir un libro. No importante cuál sea tu sueño y tu meta, lo importante es que te informes bien de cómo puedes cumplirla y de lo que necesitas. Y, por supuesto, que no te quedes parada, la falta de acción es la que lleva a la muerte de los sueños.
Ministerio de Trabajo