¿Por qué las mujeres se maquillan?
La mayoría de las mujeres cuando se levanta se somete a un ritual de belleza utilizando cremas y maquillaje antes de dirigirse al trabajo. El maquillaje existe desde hace miles de años, pero ¿por qué las mujeres siguen maquillándose?
Índice
¿Cuándo se inicia el maquillaje?
El maquillaje sorprendentemente tiene su origen en los comienzos de la humanidad. Ambos sexos ya empleaban el maquillaje en la prehistoria para diferenciarse de los estatus sociales de cada persona perteneciente a una tribu. No obstante, tuvo su momento de auge en el Antiguo Egipto, en la época faraónica, donde todos los miembros de las élites políticas siempre aparecían maquillados en sus retratos. Igualmente, los romanos aplicaban productos naturales para conseguir el rubor de las mejillas y otros para el cuidado de la higiene, como los desodorantes. Tampoco hay que olvidar el auge que tomó el maquillaje en Europa durante los siglos XVII y XVIII. Se utilizaba para diferenciar a los nobles, mujeres y hombres de rostros muy pálidos y labios rojos; de los campesinos, bronceados de estar expuestos al sol, trabajando, la mayor parte de su tiempo.
Sin embargo, tras la Revolución Francesa, llega lo que se llama la 'Gran Renuncia Masculina', que supone el rechazo de los hombres hacia la necesidad de estar bellos como lo estaban antes los nobles para diferenciarse de ellos y volverse más funcionales.
El maquillaje quedó desde ese momento relegado a las mujeres, que durante mucho tiempo seguirían estando en casa cuidando de los hijos y disponían de más tiempo para estar 'guapas' para sus maridos.
El maquillaje en la actualidad
Sin embargo, lo que sí es reciente es la connotación sexual del maquillaje. Ahora, la mayoría de las mujeres nos maquillamos casi en nuestra rutina diaria y, en cambio, sólo muy pocos hombres lo hacen. Hay muchos aspectos que dan respuesta a esta teoría. Puede ser para vernos a nosotras mismas más guapas proporcionándonos un sentimiento de bienestar al saber que nos estamos cuidando, resaltar nuestros rasgos, camuflar las imperfecciones e intentar transmitir una buena impresión a los demás. Por este motivo, en alguna ocasión se ha utilizado como arma para luchar contra la baja autoestima.
Y es que el maquillaje, suave, elegante y bien usado, realmente aumenta la belleza una persona (no solo de las mujeres) al poder ayudarnos a tapar manchas o granos, a la vez que realza partes bonitas de nuestro rostro como los ojos o los labios. Por eso, todas las mujeres se maquillan cuando quieren estar especialmente guapas, como en una fiesta, boda, cita o acto importante. Y es impensable imaginarse, por ejemplo, a una novia el día de su boda sin nada de maquillaje.
Por otro lado, muchas mujeres afirman que en su trabajo es un requerimiento ir maquillada o, si no, no parecen profesionales. Y no siempre hablamos de empleos de cara al público, que podría tener más sentido, sino en trabajos de oficina.
Así, en una encuesta publicada por el diario The Telegraph, se reflejó que un 49% de los jefes, a la hora de ofrecer un puesto en ventas o trato con los clientes, escogería a una mujer que haga uso del maquillaje. Asimismo, muchos reconocen que han discriminado en el momento de los ascensos a algunas empleadas que no utilizaban maquillaje diariamente. Una discriminación total contra las mujeres ya que a los hombres no se les exige lo mismo.
Esto significa que existe una presión estética muy grande para las mujeres, ni comparable a la que tienen los hombres. Para las mujeres existe un canon de belleza más exigente, un canon que sigue siendo patriarcal. Y todos participamos de él manteniendo costumbres como la de tener que maquillarnos por las mañanas o usar ciertos cosméticos.
Seguro que más de una vez has tenido que oír a tu madre o a una amiga preguntarte por qué no te arreglas más, haciendo referencia clara a tu falta de maquillaje. Cuando usamos esta expresión, damos por hecho que no estamos perfectas hasta que no nos arreglamos o maquillamos. Es decir, hasta que no encajamos en el canon admitido por la sociedad.
En resumen, aunque sí hay casos en los que se obliga a las mujeres a ir maquilladas en sus trabajos, en la mayoría de la sociedad actual el maquillaje está establecido como opcional, de libre elección de la mujer, aunque en algunos realmente se nos vea impuesto en cierta forma desde fuera.
Incluso hay cada vez más hombres que se maquillan, algunos simplemente usando una crema base para dar un poco de color y rímel y otros que llegan a pintarse los ojos para resaltarlos. No obstante, todavía es un tema de mujeres, aunque quizá en la lucha por la igualdad acabemos todos usando maquillaje o este desaparezca por completo de nuestras vidas.
¿Es malo maquillarse?
El problema es que maquillarnos nos puede llevar entre 10 y 30 minutos, lo que implica tener que levantarse antes o por la mañana y tarde más tiempo en estar listas.
Asimismo, implica un coste económico considerable y no es bueno para la piel, ya que son productos con químicos.