• Buscar
×

¿Cómo ser divertida?

¿Cómo ser divertida?

¿Quieres ser más divertida? ¿Te han acusado de ser un poco muermo o aguafiestas? ¿Quieres sacar tu lado más alegre, pero no sabes cómo? Echa un vistazo a estos consejos.

Índice

La importancia de la diversión

Las personas divertidas y alegres son más atractivas y tienen más fácil hacer amigos, caer bien o incluso ligar. La risa crea simpatía y complicidad, ayudando a establecer relaciones positivas con los demás.

Además, es muy beneficiosa para la salud y ayuda a reducir el estrés, la ansiedad, las preocupaciones… Por eso, las personas alegres y divertidas son muy apreciadas por los demás.

Puede que antes fueras más divertida y los años, el estrés, las responsabilidades y las preocupaciones te hayan restado alegría y simpatía. O puede que estés pasando una mala racha que te dificulta ser tan alegre como te gustaría. O puede que siempre hayas sido una persona más bien negativa, seria y un poco huraña. Sea cual sea la causa, si quieres ser más alegre, es posible siguiendo una serie de consejos.

¿Cómo ser más divertida?

1. Cambia tu actitud. El primer paso para ser más alegre y divertida es querer serlo. Estar abierta a la alegría, la risa, la diversión… Es importante ser más despreocupado, relajado y, sobre todo, confiado. Procura soltarte y no estar tensa. Confía en ti misma y en tus posibilidades. No te pases el día quejándote y hablando de cosas malas.

2. Diviértete en cada situación. Saber divertirse es esencial. Busca siempre el lado cómico de las cosas, incluso de las menos buenas. Mira el vaso medio lleno. Ten siempre a mano una sonrisa e intenta divertirte con cada cosa que haces, incluso con aquello más aburrido o monótono.

3. Encuentra los mecanismos de la risa. Chistes, comedias, libros o programas de televisión de risa… Prueba con diversas opciones para ver qué te hace reír. A algunas personas les gusta el humor más sencillo, a otras un humor un poco más complejo, hay humor verde, humor negro, etc. Aprende lo que es gracioso y lo que no para poder divertirte tú y resultar gracioso a los demás.

4. Practica. Practicar, probar y ver cómo reacciona tu audiencia (amigos, familiares, compañeros), te ayudará a saber qué cosas son realmente divertidas y te ayudarán a ser más graciosa y cuáles es mejor guardarse para una misma.

5. Aprovecha el momento. Aprovecha el momento adecuado para hacer bromas o gracias. El momento es fundamental para despertar la risa. Hay que reaccionar rápidamente a una situación que pueda dar pie a alguna broma o responder con rapidez y gracia a lo que dicen los demás. Y si ya se ha pasado el momento, mejor cállate y guárdatela para la próxima vez.

6. Aprovecha el efecto sorpresa. Lo más gracioso suele ser aquello que no nos esperamos. Muchas veces, las cosas más graciosas son simplemente aquellas que no nos esperamos o que están fuera de lugar.

7. Encuentra tu propio estilo. No trates de ser divertida imitando a otros, es importante encontrar tu propio estilo y resultar auténtica. No todos tenemos que ser gracioso de la misma manera. No seas repetitiva ni digas siempre los mismos chistes o bromas. Es importante ser original y creativa.

8. Cuenta muchos chistes. Es conveniente que tengas un repertorio amplio de chistes buenos para poder contar cuando venga a cuento. Pero no te pases el día soltando chistes, tampoco hay que cansar.

9. No tengas miedo de hacer el ridículo, reírte de ti misma, hacer imitaciones de otras personas o de ti, bailar haciendo el tonto, ponerse un atuendo ridículo, cantar de manera vergonzosa, levantar la mano cuando pidan un voluntario… Lo importante es no tener miedo de hacer el tono y reírse de uno mismo.

10. Sé innovadora, espontánea y no tengas miedo de probar nuevas cosas y de vivir aventuras, así podrás hacer cosas divertidas y resultar más interesante.

11. Si las personas a tu alrededor están desanimadas, entonces intenta animarlas en lugar de caer a su nivel. Es fundamental resultar optimista y alegre. No siempre hace falta reír, basta con animar a los demás.

12. Haz muchas preguntas entretenidas, inicia tú la conversación y haz que todo el mundo se sienta a gusto e integrado en la conversación. Algunas preguntas que suelen dar pie a conversaciones graciosas son contar un lugar extraño, alguna situación vergonzosa, algo rarao que hayamos visto, etc.

13. No te quejes demasiado. A menos que tengas un talento especial para despotricar de una forma que haga que los demás se rían a carcajadas, nadie quiere oír a un cenizo todo el día quejándose. Si algo te molesta o preocupa, cuéntaselo a un buen amigo o a tu pareja, pro no hagas que sea el centro de la conversación de todos. Tampoco dejes que los demás se quejen demasiado tampoco.

14. Acepta tu verdadera personalidad. Aunque es bueno intentar ser más divertida y graciosa, no debes cambiar toda tu personalidad solo para ser más divertida. Si eres muy tímida, puedes probar otras técnicas como nuevas experiencias, usar más humor… pero no te lances a ser el alma de la fiesta si va contra tu naturaleza.

15. Sal de tu zona de confort. Ya sea que aprender un nuevo idioma o inscribirse a un curso de cocina, tratar de presionarte a intentar cosas nuevas e interesantes te hará una persona más divertida. Sobre todo si pruebas actividades originales como teatro, malabares, trucos con cartas, magia, etc.

16. Supera tus miedos. Si le temes a las alturas, los perros o las arañas, pasa algo de tiempo tratando de superar tu miedo y de salir con más fuerza. Te sorprenderás de lo que eres capaz y aumentará tu autoestima y confianza en ti misma, lo que te ayudará a ser más graciosa y divertida.

17. Conoce gente nueva y diferente. Todas las personas tienen algo que enseñarnos. La próxima vez que salgas a una fiesta, echa un vistazo a la gente en busca de la persona con la que creas que tendrás menos cosas en común. Preséntate y verás cuánto aprendes y cómo disfrutas hablando con alguien diferente que pueda darte una nueva visión de la vida.

Fuente:

Radaelli, F. (2014). Come essere divertente e piacere agli altri. Manuale ufficiale della simpatia e leggiadria. HOW2 Edizioni.

Redacción: Irene García

Consulta gratuita con un médico especialista

AgeSwitch

También te puede interesar