Síntomas y consecuencias de la nomofobia

Índice

• ¿Qué es la nomofobia?
• Síntomas de la nomofobia
• Características de las personas con nomofobia
• ¿Cómo tratar la nomofobia?

¿Qué es la nomofobia?

La dependencia al teléfono móvil llevada al extremo se denomina nomofobia. Este término proviene de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia” y es reconocido como la nueva enfermedad del siglo XXI.

Los estudios sobre la nomofobia comenzaron en 2011 en Reino Unido a través de una investigación llevada a cabo por el Instituto Demoscópico YouGo y la Oficina de Correos del país. En el estudio participaron 2.163 personas, y el 53% de ellas notificó que sentía ansiedad cuando no tenía el móvil a mano, por ejemplo, cuando se quedaban sin cobertura o batería. Además, descubrieron que lo padecían el 58% de los hombres y el 48% de las mujeres.

Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística de España informó que el 96% de las familias cuenta con al menos un teléfono móvil en el hogar y que el 77% accede a internet a través de este dispositivo. En concreto, los que lo poseen realizan por lo menos 34 actividades al día y justificaban esta dependencia por requerimientos laborales o aislamiento social al no poderse comunicar con familiares y amigos. Aunque es un problema más habitual entre los adolescentes, puede surgir a cualquier edad.

Síntomas de la nomofobia

• Angustia y desesperación al no tener el móvil disponible
• Revisar el teléfono constantemente para ver si se reciben mensajes nuevos
• No prestar atención a lo que ocurre alrededor
• Dolor de cabeza y de estómago
• Pensamientos obsesivos
• Taquicardias y palpitaciones
• Sensación de ahogo
• Interferencias en las relaciones personales
• Alteraciones del sueño. Esto se refiere a quitar horas de dormir para estar pendiente de las redes sociales
• El teléfono nunca está apagado y lo lleva siempre cerca, incluso se lo deja en la mesilla de noche para dormir
• Estar pendiente siempre de buscar un enchufe para cargar el móvil, de tener batería y de llevar consigo tanto el móvil como la batería

Características de las personas con nomofobia

Normalmente, según los estudios, se ha caracterizado a la persona con nomofobia como una persona que tiene falta de confianza en sí misma, baja autoestima y escasez de habilidades sociales.

Generalmente afecta más a las mujeres que a los hombres ya que la  estructura cerebral de ellas les hace sentir una mayor necesidad comunicativa y  afectiva que a los hombres.

Igualmente, los estudios determinaron que este trastorno es más común en adolescentes, puesto que están más familiarizados con las nuevas tecnologías y tienen más necesidad de ser aceptados por los demás. Además, la gente con nomofobia tiende a pensar que, si no tienen el móvil cerca, no podrán conectarse con las demás personas, se quedarán aisladas y se perderán las novedades importantes que ocurren a su alrededor.

Sin embargo, este trastorno puede causar justo lo contrario a lo que se busca, aislamiento, al estar obsesionado con el móvil y lo que ocurre en él en lugar de centrarse en la vida real. Puede causar problemas de pareja, en el trabajo, con los amigos y la familia.

¿Cómo tratar la nomofobia?

Lo primero es reconocer que existe un problema ya que la mayoría de gente que padece esta adicción no sabe que es adicto ni que sufre un trastorno. Por eso, es importante la labor de amigos y familiares para hacer ver a alguien que su obsesión por el móvil no es sana y que le está causando problemas.

Después, será necesario controlar el uso del móvil y limitarlo. Se puede hacer gradualmente, poniéndose objetivos a corto plazo como dejarlo en el salón por la noche, no cogerlo si no han pasado más de 30 minutos de la última vez, silenciar las notificaciones para no estar todo el rato oyéndolo, etc.

Si la persona no es capaz de abandonar esta adicción sola, puede recurrir a un psicólogo especializado que le ayude.

Por último, para que no ocurran este tipo de adicciones u otros problemas psicológicos, es importante promover y hacer entender la importancia del correcto uso de los dispositivos electrónicos, tanto en el ámbito familiar como en el colegio. Hay que enseñar a los niños desde pequeños a usar correctamente las nuevas tecnologías y limitar su uso. Tienen que entender que la vida real y lo que pasa en ella es mucho mejor que las conversaciones por teléfono.