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¿Es normal tener sueño a todas horas?

¿Es normal tener sueño a todas horas?

Si un día te encuentras más cansada y con más sueño puede deberse, simplemente, a haber descansado mal o estar un poco enferma o baja de energía. Pero si el tener sueño a todas horas es tu estado habitual, tienes un problema de salud que debes analizar para descubrir a qué se debe y cómo tratarlo.

Índice

¿Qué es la hipersomnia o somnolencia diurna extrema?

Según los expertos en salud y medicina, hasta un 20% de la población sufre este trastorno de sueño que, básicamente, implica una excesiva somnolencia durante el día, a pesar de tener un sueño adecuado y de calidad durante la noche. Las personas con hipersomnia suelen experimentar una necesidad irresistible de dormir durante el día, incluso en situaciones inapropiadas o inconvenientes, como en medio de una conversación o mientras conducen.

Puede experimentarse en diferentes grados. Por ejemplo, es leve si solo te invade el sueño cuando estás aburrida o haciendo algo que requiere poca actividad. Es moderada si te entra sueño incluso cuando tu mente o tu cuerpo están activos y haciendo algo que requiere concentración. Y es grave cuando te quedas dormido incluso conduciendo.

Síntomas de la hipersomnia

Los síntomas principales de la hipersomnia incluyen:

- Excesiva somnolencia diurna: las personas con hipersomnia tienen una sensación constante de cansancio y sueño durante el día, lo que puede dificultar su funcionamiento normal.

- Duración prolongada del sueño nocturno: aunque duermen lo suficiente durante la noche, las personas con hipersomnia suelen necesitar períodos de sueño más largos de lo normal, a menudo superando las 10 horas.

- Dificultad para despertar: a pesar de dormir durante largos períodos, las personas con hipersomnia pueden tener dificultades para despertar y levantarse por la mañana. A menudo se sienten confundidas y groguis al despertar.

- Dificultad para mantenerse despierto: las personas con hipersomnia pueden luchar por mantenerse despiertas durante el día, incluso después de períodos prolongados de sueño.

¿Cómo afecta la hipersomnia a nuestra vida?

La hipersomnia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, ya que puede interferir con la capacidad para trabajar, estudiar o participar en actividades diarias.

La somnolencia extrema puede dificultar la concentración y el enfoque en las tareas cotidianas, lo que puede afectar el rendimiento académico o laboral. Las personas con hipersomnia pueden tener dificultades para mantener la atención durante las clases, reuniones o conversaciones, lo que puede afectar negativamente su desempeño.

La falta de energía y somnolencia diurna pueden llevar a un rendimiento académico o laboral deficiente. Las personas con hipersomnia pueden tener dificultades para cumplir con sus responsabilidades y tareas diarias, lo que puede afectar su progreso educativo o su desempeño en el trabajo.

La somnolencia extrema puede interferir con la función cognitiva, incluida la memoria. Las personas con hipersomnia pueden tener dificultades para retener información nueva o recordar detalles importantes, lo que puede ser especialmente problemático en situaciones de aprendizaje o trabajo que requieren memoria y retención de información.

Además, la hipersomnia también puede representar un riesgo para la seguridad personal. La somnolencia diurna extrema puede hacer que las personas se queden dormidas en momentos inapropiados, como mientras conducen un vehículo o realizan tareas que requieren atención, lo que aumenta el riesgo de accidentes y lesiones.

Por último, la hipersomnia crónica puede tener un impacto emocional negativo en una persona. La somnolencia constante y la dificultad para participar en actividades sociales o recreativas pueden provocar sentimientos de aislamiento, frustración, baja autoestima y depresión.

Causas del sueño extremo

Las causas de la hipersomnia pueden variar y pueden estar relacionadas con trastornos del sueño subyacentes, como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, o pueden ser el resultado de otras condiciones médicas, como la depresión, la narcolepsia o la insuficiencia tiroidea. Entre las causas principales encontramos:

- Trastornos del sueño: como la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas o la narcolepsia, que pueden provocar somnolencia diurna extrema. Estos trastornos afectan la calidad del sueño y pueden interferir con el ciclo normal de vigilia y sueño, lo que resulta en excesiva somnolencia durante el día.

- Privación de sueño: la falta crónica de sueño o la privación del sueño pueden llevar a una mayor somnolencia durante el día. Esto puede deberse a hábitos de sueño irregulares, trabajo nocturno, cambios de turno, trastornos del sueño no diagnosticados o a factores de estilo de vida que limitan la cantidad o calidad del sueño necesario. Por ejemplo, beber poca agua o desayunar poco también puede afectar a nuestro sueño diurno.

- Trastornos médicos: algunas enfermedades, como la depresión, el hipotiroidismo, la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, pueden estar asociadas con la hipersomnia. Estas condiciones pueden afectar los patrones de sueño y causar una sensación constante de somnolencia diurna. También el estrés puede afectar a nuestro descanso nocturno y causarnos mucho sueño durante el día.

- Medicamentos y sustancias: algunos medicamentos, como los antidepresivos, los antihistamínicos o los sedantes, pueden tener efectos secundarios que causan somnolencia diurna. Además, el consumo de ciertas sustancias, como el alcohol o drogas sedantes, puede afectar negativamente la calidad del sueño y provocar somnolencia durante el día.

- Trastornos neurológicos: algunos trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple, el accidente cerebrovascular o los tumores cerebrales, pueden interferir con el funcionamiento adecuado del sistema nervioso central, incluyendo los mecanismos reguladores del sueño y la vigilia.

¿Cómo se trata la hipersomnia?

Si sospechas que puedes estar experimentando hipersomnia, debes hablar con un médico o especialista en trastornos del sueño. El diagnóstico se realiza mediante una evaluación exhaustiva de los síntomas y puede requerir pruebas adicionales, como un estudio del sueño o análisis de sangre, para descartar otras condiciones subyacentes.

También se puede hacer la prueba de la escala de somnolencia de Epworth que consiste en realizar un cuestionario basado en las actividades diarias y la posibilidad que el paciente tiene de quedarse dormido en determinadas situaciones como sentado leyendo un libro; viendo la televisión; sentado sin hacer nada en un sitio público; de pasajero en un coche; sentado hablando con alguien; en un coche, al pararse unos minutos en el tráfico. Y se califica cada actividad de 0 a 3 según tengas ninguna posibilidad de dormirte en cada una de ellas (0) o muchas posibilidades (3). Si el resultado es más de 10 tienes muchas posibilidades de padecer hipersomnia.

El tratamiento de la hipersomnia depende de la causa subyacente y puede incluir cambios en el estilo de vida, terapia conductual, medicamentos u otras intervenciones según sea necesario.

Adoptar hábitos de sueño saludables puede ser beneficioso para tratar la hipersomnia. Esto implica establecer una rutina regular de sueño, asegurar un ambiente propicio para dormir, evitar la cafeína y otros estimulantes antes de acostarse, y mantener una dieta equilibrada y ejercicio regular (pero nunca hacer ejercicio a última hora de la tarde).

En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos estimulantes para ayudar a combatir la somnolencia diurna. Estos medicamentos, como el modafinilo o el metilfenidato, pueden ayudar a mantenerse despierto durante el día y mejorar la alerta, pero se aconsejan solo en los casos más graves.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser útil para abordar los patrones de sueño inadecuados y los factores psicológicos que contribuyen a la hipersomnia, como el estrés, la ansiedad o la depresión.

Si la hipersomnia está siendo causada por un trastorno del sueño específico, como la apnea del sueño o la narcolepsia, el tratamiento de ese trastorno en particular puede ayudar a aliviar la somnolencia diurna. Esto puede implicar el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias para la apnea del sueño, o medicamentos específicos para la narcolepsia.

Fuente:

SEMI

Sociedad Española del Sueño

Redacción: Irene García

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