Riesgos de hacer actividad física

Índice

• ¿Qué es la actividad física?
• Riesgos de la actividad física

¿Qué es la actividad física?

Es importante no confundir la actividad física con el deporte, actividad o ejercicio físico sujeto a determinadas normas en que se hace prueba con o sin competición alguna de habilidad, destreza o bien fuerza física y del que además las mujeres históricamente hemos permanecido excluidas casi por completo. Y, aunque a pesar de que actualmente sea lógica la práctica deportiva separada de uno y otro sexo y dicha separación esté avalada por las diferencias físicas entre mujeres y hombres, no cabe duda de la progresiva presencia de la mujer en el deporte, algo que ha llamado mucho la atención en estos últimos años.

Sin embargo, a pesar de que el acceso de las mujeres en el ámbito deportivo ha sido tardío y ha estado lleno de dificultades, las mujeres hemos ido superando poco a poco todas las barreras que han ido apareciendo y hoy es posible presagiar un deporte mixto tal y como sucede con otras actividades de la vida.

Pero, como decimos, deporte no es igual a actividad física, aunque esta última (actividad física) aporte también muchos beneficios desconocidos por muchas de nosotras. La actividad física proporciona un bienestar a nuestra salud tanto físico como psíquico y emocional, pues todo lo que indique algo de movimiento con energía desestresa, permite eliminar toxinas y además despierta componentes químicos que tienen que ver con la satisfacción personal.

Además, como decíamos anteriormente, esta puede ser ejercida o realizada de diversas maneras. Cuando se trata de actividad física involuntaria o no planeada hace referencia más bien al ejercicio básico: caminar u otras actividades que implican el movimiento del cuerpo. Y la planeada, por su parte, es mucho más variada ya que en ella se pueden encontrar todo tipo de ejercicios: aérobicos, anaeróbicos, etc.

También es importante saber que la actividad física ayuda a mantener un cuerpo sano, puesto que las personas físicamente activas tienen menor frecuencia de cardiopatía coronaria, hipertensión arterial, cáncer, obesidad, accidentes cardiovasculares, diabetes y depresión, así como un menor riesgo de caídas y fracturas vertebrales o de cadera. Fortalece también la salud de los huesos, mejora el sueño, la interacción social y ayuda en el control del estrés.

Riesgos de la actividad física

Sin embargo, y aunque sean muchos los beneficios de realizar cualquier tipo de actividad física evitando el sedentarismo, también es importante conocer algunos posibles riesgos al realizarla, sobre todo de manera excesiva y perteneciendo a algún grupo de riesgo. Algunos de los posibles riesgos que pueden aparecer son los siguientes:

- Trastornos físicos leves como esguinces, roturas de fibras...

- Afecciones cardio-respiratorias

- Adicción o dependencia del ejercicio

- Anorexia inducida por el ejercicio

- Deshidratación: si no nos hidratamos adecuadamente, podemos perder a través del sudor más líquidos y sales minerales de las que el cuerpo necesita

- Golpe de calor, sobre todo si se hace ejercicio a altas temperaturas

- Agotamiento extremo o "pájara"

Otro de los riesgos que puede conllevar la actividad física en exceso es lo que se conoce como síndrome de desgaste profesional o Síndrome de Burnout. Este aparece de manera puntual como una respuesta al estrés laboral prolongado cuando las demandas laborales exceden la capacidad de respuesta de una persona. ¿Qué es lo que sucede? Aquellos que padecen este síndrome se sienten agotados, cansados, desgastados emocionalmente, etc.

Se conoce con el nombre de Burnout (quemado, en inglés) debido a la expresión “estar quemado” que conocemos, aunque en realidad es imposible indicar la existencia de una única conceptualización de este síndrome. El síndrome de Burnout o de desgaste profesional, por tanto, es el padecimiento que a grandes rasgos consiste en la presencia de una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante los factores estresantes, emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo y que además incluyen fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido.

Porque a pesar de no ser monitor de un gimnasio, nuestro trabajo y todo el estrés que este puede conllevar también implica una serie de riesgos, como el síndrome de Burnout que seguro muchas de vosotras desconocíais. Utilizar la bicicleta como un modo de transporte en el trabajo, el entrenamiento con carga de peso, las caminatas, bailar, trabajar en la tierra, etc., son algunas de las actividades profesionales que requieren energía, implican movimiento, hacen que quememos grasa corporal y, sobre todo, generan cansancio, fatiga, estrés, etc.

Además, en ciertas ocasiones realizar una actividad física excesiva puede provocar problemas de corazón como las arritmias, un paro cardíaco o el infarto de miocardio, aunque es más probable que suceda cuando esas personas ya tienen previamente algún daño en este órgano.

Las personas con enfermedad coronaria también tienen un mayor riesgo de padecer un ataque cardiaco cuando realizan ejercicios intensos y las personas que tienen problemas de corazón o ciertas patologías crónicas como cardiopatía isquémica deben consultar con el especialista de medicina para que, independientemente de la actividad física que realicen, esta no represente ningún peligro para ellas.

Finalmente, hemos de saber que, aunque existen algunos factores de riesgo que deben conocerse ya que algunos determinados grupos de personas están más expuestos a ellos que otros, mantenerse activo físicamente es una de las mejores formas de conservar sano nuestro organismo.