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¿Qué pasa si lloras mucho?

¿Qué pasa si lloras mucho?

¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando lloramos? ¿Y en nuestro cerebro? ¿Puede causarnos algún problema llorar mucho?

Índice

Llorar puede ser bueno

Llorar es un acto natural e innato a todos los seres humanos que realizamos cuando estamos tristes, cuando nos emocionamos o cuando estamos felices. Expresamos muchas emociones a través del llanto y, por eso, llorar es un acto muy beneficioso que nos ayuda a liberar nuestras emociones, a sentirnos mejor y a comunicarnos con los demás (familia, amigos...).

La parte física del llanto son las lágrimas, secretadas por los ojos a través de las glándulas lagrimales. Cuando hablamos de lágrimas, podemos hablar de tres tipos: las lágrimas basales, que son las que tenemos todo el tiempo en los ojos y se encargan de protegernos de los objetos externos; las lágrimas reflejas, que nos protegen de sustancias irritantes, como las cebollas; y las emocionales, que se producen ante diversas emociones.

Cuando lloramos, nuestra respiración se acelera y nos sentimos más cansados ya que la corteza cerebral necesita un 32% más de glucosa y oxígeno para mantener el llanto. Por eso, ante momentos dramáticos o situaciones complicadas, aunque sigamos sintiéndonos muy tristes, llega un momento que decimos que nos “hemos quedado secos” y dejamos de llorar, ya que no podemos mantener ese gasto de energía extra mucho tiempo. Si te das cuenta, nadie puede llorar más de 10 minutos seguidos, nuestro cuerpo frena las lágrimas para reducir el gasto energético. Y por eso, además, después de llorar mucho nos entra sueño o hambre. El cerebro necesita recuperarse y demanda alimentos dulces para recuperar la glucosa gastada (de ahí que cuando estamos tristes nos apetezcan alimentos como helado, chocolate, etc.).

Además, el llanto tiene otro efecto en el cerebro, y es que nos tranquiliza. Por lo tanto, cuando lo estamos pasando mal no debemos contener las lágrimas, sino darles rienda suelta ya que el llanto funciona como una catarsis que nos limpia por dentro y nos hace sentir mejor. Llorar nos ayuda a liberar la tensión acumulada, la ansiedad y el estrés y nos relaja, lo que a su vez nos ayuda a dormir.

Y es que el cerebro es, probablemente, el órgano que más afectado se ve por el llanto. Nuestro cerebro trabaja a todo ritmo ya que activa más de setenta regiones cerebrales mientras pensamos, le damos vueltas a las cosas o intentamos buscar soluciones al problema. Todo esto lo realizamos gracias a diversas funciones cerebrales que activan la corteza prefrontal, el hipocampo, los lóbulos temporales, etc.

Cuando lo estamos pasando fatal, llorar es muy bueno porque nos relaja y nos tranquiliza, aunque tampoco hay que forzar el llanto, debe ser algo espontáneo y natural que surja en el momento en el que nuestra mente lo necesite. Además, nos ayuda a generar empatía con otros, aunque actualmente se ha convertido en algo vergonzoso que tratamos de esconder ya que parece que nos hace más vulnerables. Sin embargo, debemos desterrar estas ideas ya que llorar alivia el dolor emocional y físico (por eso también lloramos cuando nos hacemos daño). Las lágrimas originan la producción de analgésicos naturales y hormonas como adrenalina, noradrenalina y oxitocina, además de opiáceos endógenos, un grupo de péptidos que provocan los mismos efectos que los analgésicos opiáceos. Un estudio ha calculado que llorar disminuye la tristeza o el enfado aproximadamente en un 40%.

No obstante, en personas con depresión el llanto no tiene un efecto tan liberador, y muchas veces, a pesar de haber estado un buen rato llorando, se siguen sintiendo mal.

Pero las lágrimas no solo expresan tristeza o dolor, muchas veces también lloramos de felicidad o cuando algo nos emociona. Es una manera de expresar alegría parecida a la risa que tiene otros efectos sobre nuestro cuerpo ya que nos ayuda a reducir el estrés al liberar leucina y encefalina. Y es que las lágrimas de felicidad, normalmente, llegan tras una buena noticia que no esperábamos, como un resultado médico favorable, lo que implica liberar el estrés y los nervios acumulados por ese problema.

¿Es cierto que las mujeres lloran más?

Diversos estudios confirman que las mujeres tienden a expresarse más frecuentemente con el llanto para liberar las tensiones. De hecho, se cree que lloran 4 veces más que los hombres, algo que, en parte, puede estar causado por los desequilibrios hormonales que sufrimos durante la menstruación, los embarazos o la menopausia. El llanto está muchas veces ligado a la hormona prolactina, cuyo nivel disminuye pasados los 40 años (por eso las mujeres mayores no suelen llorar más que los hombres).

Pero las mujeres también lloramos más porque no tenemos miedo a expresar nuestras emociones en público.

En definitiva, llorar mucho no es malo para la salud, pero deprimirse y no expresarlo de alguna forma, sí que lo es. No obstante, si lloras a todas horas y por cualquier motivo, y luego no te sientes mejor, debes consultar a un especialista en psicología ya que es posible que padezcas depresión, y necesitarás algo más que muchas lágrimas para superarla, como psicoterapia.

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