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¿Qué hacer si retienes líquidos?

¿Qué hacer si retienes líquidos?

Que alguien retenga líquidos es algo que se escucha con frecuencia, ya que de hecho es un mal muy presente en una gran cantidad de personas. Sin embargo, lo que sucede la mayoría de las veces es que no sabemos realmente por qué ocurre ni qué hacer para evitarlo. 

Índice

¿Por qué retengo líquidos?

La retención de fluidos es un fenómeno que se da cuando existe una acumulación excesiva de líquido en nuestro organismo. Esta acumulación de fluidos en los tejidos no constituye una enfermedad independiente, pues se trata verdaderamente de un signo clínico que acompaña a diversas enfermedades del corazón, cáncer, riñones y aparato digestivo. De manera general, la retención de líquidos afecta a los pies, los tobillos y las piernas.

Según la Sociedad Española del Corazón, la retención de líquidos o “edema”, que es como ellos la contemplan, está ocasionada por una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos. Por su parte, y según la Real Academia Española, el edema hace referencia a la hinchazón blanda de una parte del cuerpo, que cede a la presión y es ocasionada por la serosidad infiltrada en el tejido ocular.

Lo más importante es saber diferenciar esta afección de manera clara, pues no es lo mismo que sea patológica que no patológica, ya que cuando se trata de patología, puede estar causada por problemas circulatorios, insuficiencia cardiaca congestiva y enfermedades renales o hepáticas. Sin embargo, si no es patológica, la causa puede deberse a una simple dilatación de las venas en épocas con altas temperaturas. Además, otra de las causas que puede fomentar la retención de líquidos es la obesidad o el sobrepeso. Según los expertos, “aunque no hay una relación directa entre la obesidad y la retención de líquidos, es cierto que las personas que tienen algún kilo de más son más propensas a acumular líquidos”.

A pesar de que las causas son distintas, los síntomas son similares. El aumento de peso inexplicable, la hinchazón en las piernas y tobillos o la disminución de la micción son algunos de ellos. Sin duda, uno de los más destacados es la hinchazón en nuestras extremidades, ya que tanto nuestras piernas como el abdomen y los ojos se pueden hinchar.

En cuanto al peso, lo que realmente sucede es que nuestro organismo lleva consigo un líquido almacenado de manera inadecuada. Además, en los casos más extremos aparecerá la celulitis o piel de naranja, un problema estético de la piel que provoca nódulos de grasa que se concentran sobre todo en la zona de los muslos, el abdomen o las caderas. También el cansancio, la fatiga o el malestar general pueden ser algunos de los síntomas propios de la celulitis. ¿Por qué? Debido a que nuestro sistema circulatorio no funciona de manera adecuada.

Es importante tener en cuenta que la retención de líquidos es una anomalía que se puede evitar con un tratamiento adecuado. Podemos poner tratamiento médico si su origen es orgánico, o de lo contrario, seguir una dieta para recuperar los niveles de líquido de nuestro cuerpo si la retención se debe a causas externas.

Retengo líquidos, ¿qué puedo hacer?

La retención de líquidos tiene solución y se puede eliminar totalmente cuando sabemos tratar a nuestro organismo de manera adecuada. ¿Cómo? Muy fácil.

1. Bebe más agua. Probablemente uno de los motivos principales por el cual sufrimos retención. La cantidad de agua que se bebe es importante, ya que esta ayuda a que nuestra circulación se regule, eliminando líquido sobrante en nuestro organismo.

2. Realiza ejercicio físico. Correr es una práctica muy buena que, si se hace a diario, será ideal para que nuestra circulación se oxigene, reduciendo así la retención de líquidos. Salir a caminar también cuenta.

3. Toma alimentos diuréticos. ¿Cuáles son? La piña, la sandía, las manzanas, la alcachofa, la remolacha o los espárragos son algunos de los alimentos diuréticos, es decir, los alimentos naturales o hierbas que permiten un aumento en el flujo de la orina y nos ayudan a eliminar líquidos.

4. Come más sano. Debemos incorporar una dieta en nuestra rutina que nos ayude a comer de una forma más saludable y equilibrada para reducir la retención de líquidos y mejorar la nutrición.

5. Consume alimentos frescos y naturales. Si debes consumir alimentos comerciales, lee las etiquetas de los alimentos comerciales y selecciona aquellos con menor contenido sódico. Por ejemplo, respecto a los lácteos, evita el consumo de quesos curados y semicurados, ya que su contenido de sodio es muy alto. Respecto a las carnes, evita las conservas, los ahumados, los embutidos, la charcutería, los patés, la sobrasada y las salchichas, ya que contienen elevadas cantidades de sal y de conservantes. No se deben consumir pescados en conserva, ahumados y salados. Si hablamos de cereales, se aconseja restringir el consumo de panes, galletitas y aperitivos con sal. Algunas aguas minerales tienen un contenido muy alto de sodio. Evita las salsas comerciales (mostaza, ketchup, salsa de soja, salsa rosa, mayonesa, etcétera), caldos concentrados, alimentos precocinados y comidas rápidas preparadas. 

6. Levanta las piernas. Cuando nos sentamos es recomendable que lo hagamos con las piernas en alto para evitar que se acumule sangre en las piernas.

7. Toma tés diuréticos. La cola de caballo, el hibisco, la canela con jengibre, el té verde, el ginkgo biloba, el perejil o la centella asiática son muy diuréticos.

8. Sustituye la sal por otras especies como perejil u orégano.

9. Realízate un drenaje o masaje linfático para eliminar el exceso de líquidos del cuerpo y activar el sistema circulatorio. 

10. Existen medicamentos diuréticos, pero no se deben tomar sin hablar antes con un profesional de la medicina. 

¿Qué evitar?

Sin duda, una de las costumbres más utilizadas por las mujeres es la de cruzar las piernas mientras permanecemos sentadas. Un grave error, ya que de esa manera limitamos el flujo sanguíneo a través de las venas del muslo, lo que agrava la inflamación en las piernas.

Además, debemos olvidarnos de la ropa ajustada que, aunque está muy bien para los días que nos arreglamos un poquito más, entre semana al menos debemos intentar evitar ponérnosla. Las prendas de este tipo reducen la circulación normal de nuestro cuerpo, generando la retención.

Y nada de ser vagas, ¡di adiós al sedentarismo! Aunque esté contemplado como el estilo de vida más cotidiano, es una práctica que debemos evitar en la medida de lo posible ya que no beneficia en ningún caso a nuestra salud y menos va a ayudar en la retención de líquidos.

Finalmente, algo que además de afectar perjudicialmente a nuestra salud y a la de todos aumenta también la retención de líquidos son los compuestos del tabaco y el alcohol, los cuales contienen excesos de azúcar y sal, que la aumentan. Es por tanto fundamental evitar la sal en nuestra dieta y reducir los alimentos demasiado condimentados y la comida chatarra.

Seguro que siguiendo estos consejos nos irá de maravilla e incluso lograremos acabar, sin duda, con esta retención de líquidos tan tormentosa para tantas y tantas mujeres en el mundo.

Fuente:

Fundación Española del Corazón: https://fundaciondelcorazon.com/corazon-facil/blog-impulso-vital/2649-soluciona-la-retencion-de-liquidos.html

Redacción: Ana Ruiz

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