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Por qué deberías incorporar las pesas en tu ejercicio

Por qué deberías incorporar las pesas en tu ejercicio

El entrenamiento de fuerza aporta múltiples beneficios y ayuda a quemar grasas como ningún otro. Aquí van siete razones por las que deberías dejar de evitarlo en el gimnasio y empezar a coger las pesas.

Índice

¿Qué es el entrenamiento con fuerza?

El entrenamiento de fuerza es aún un tipo de ejercicio evitado por la mayoría de mujeres. En los gimnasios, es común ver esas zonas plagadas de hombres orgullosos mientras levantan pesos muertos con sus brazos o piernas, mientras las mujeres se suelen limitar a las zonas de cardio.

En gran parte, esta evasión de las pesas y todo lo que entrañe el entrenamiento de fuerza viene de la idea de que esto deriva en músculos abultados y engrandecidos. Es decir, al miedo a adoptar una figura más “masculina”.

Los músculos son algo que tenemos los dos sexos y, por tanto, tenerlos más o menos grandes no implica ser más o menos femenina. Pero, independientemente de eso, resulta que la creencia de que el entrenamiento de fuerza te hará más corpulenta no tiene por qué ser así a menos que así lo quieras. De la misma manera que por correr algunos días a la semana no acabas con la figura de un corredor profesional, por levantar pesas de vez en cuando en tu entrenamiento no tienes por qué acabar con músculos de culturista.

Beneficios de las pesas

Si quieres, puedes empezar por un entrenamiento de fuerza usando tu propio cuerpo (flexiones, sentadillas… son algunos ejemplos) y, con el tiempo, pasar a levantar peso externo para intensificar el entrenamiento. Estas son algunos de los beneficios que obtendrás:

  1. Quemas más grasas. Si quieres enfocar tu entrenamiento a quemar grasa localizada o persistente, el entrenamiento de fuerza es uno de los mejores. El cardio ayuda algo a quemar grasas, pero frente al entrenamiento de fuerza no tiene nada que hacer. Además, mientras el ejercicio aeróbico puede quemar grasa y músculo, el entrenamiento de fuerza quema exclusivamente grasa, dando como resultado un cuerpo más tonificado.
  2. Ayuda a la quema de calorías… en reposo. Tu masa muscular es la que determina en mayor manera tu tasa de metabolismo en reposo (cuántas calorías quemas cuando no estás haciendo ejercicio). Así, cuanto más músculo tiene, más energía consume tu cuerpo.
  3. Fortalece tus huesos. Según un estudio de la Universidad Tufts de Boston, el ejercicio con pesas mejora la densidad de los huesos, algo que las mujeres debemos vigilar especialmente (solemos tener menor densidad ósea que los hombres a partir de la pubertad y, especialmente, tras la menopausia). Como explicaban en el estudio de la Universidad de Boston, decenas de investigaciones han demostrado un vínculo directo entre el entrenamiento de fuerza y una mayor densidad ósea.
  4. Mejora tu postura corporal. Unos músculos fuertes que sirvan de soporte a tu espalda son la mejor garantía frente a lesiones y frente a una buena higiene postural.
  5. Te hace más fuerte. Obviamente, el entrenamiento de fuerza te hace más fuerte. Pero piensa en las implicaciones que entrenar tu fuerza tendría para ti. Se nos ocurren cientos: desde domésticas (nada más de llamar a un hombre para que te abra un bote) a sociales (nunca sabes cuándo vas a necesitar tu fuerza para defenderte, mejor contar con ella de tu lado).
  6. Fortalece el músculo. Esto, además de las implicaciones que tiene en la higiene postural o en la fortaleza física que hemos mencionado antes, también tiene beneficios estéticos. Entre los 30 y los 50 años las mujeres perdemos el 10% de masa muscular, la cual es, en general, reemplazada por grasa. Y medio kilogramo de grasa ocupa un 18% más de espacio que medio kg de músculo.
  7. Te ayudará a gestionar el estrés. Este punto es aplicable al deporte en general, pero conviene no olvidarlo. Los estudios han demostrado que las personas que hacen ejercicio regular muestran menores niveles de las hormonas del estrés. Y también se ha probado que, ante una situación de estrés, la presión sanguínea de las personas con más músculo volvía antes a la normalidad.
  8. Aumenta la esperanza de vida. Cualquier tipo de ejercicio físico ayuda a vivir más. Asimismo, un estudio encontró que aumentar la masa muscular impide la muerte prematura. Y todos sabemos que, a partir de la menopausia, se sufre una gran pérdida de masa muscular. 
  9. Te ayuda a dormir mejor. El entrenamiento con pesas estimula la liberación de serotonina, que permite aumentar los niveles de melatonina en el cuerpo, una hormona que nos ayuda a conciliar el sueño y descansar mejor.
  10. Mejora la resistencia y la capacidad cardiovascular. El entrenamiento con fuerza, junto al aeróbico, aumenta nuestra resistencia y mejora nuestra capacidad cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 
  11. Reduce el riesgo de sufrir lesiones. Al reducir la fuerza de los huesos, los tejidos conectivos y las articulaciones, también reduce la posibilidad de sufrir lesiones y prevenirlas. 
Fuente:

American Heart Association

Redacción: Irene Gómez

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