Pasar hambre te hace más listo
¿Es posible que el ayuno aumente nuestra capacidad intelectual? Recientemente se ha descubierto que una hormona del estómago que estimula el apetito promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales y las protege de los efectos del envejecimiento, lo que puede explicar por qué algunas personas dicen que el ayuno les hace sentirse mentalmente más agudos.
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¿La grelina aumenta la inteligencia?
La grelina es considerada la “hormona del hambre” porque sus niveles aumentan en nuestra sangre cuando el estómago se vacía o cuando pasamos varias horas sin ingerir alimentos. Pero, además, diversos estudios han comprobado que esta hormona puede mejorar la cognición. Por ejemplo, los animales que tienen dietas bajas en calorías tienen mejores capacidades mentales, y la grelina podría ser parte de la razón por la que ocurre esto. De hecho, se ha demostrado que inyectar esta hormona en ratones mejora su rendimiento en las pruebas de aprendizaje y memoria, y parece aumentar la cantidad de conexiones neuronales en sus cerebros.
Para confirmar estas ideas, Jeffrey Davies, de la Universidad de Swansea, Reino Unido, y su equipo han encontrado más pruebas de que la grelina puede estimular las células cerebrales al ayudarlas a dividirse y multiplicarse en un proceso llamado neurogénesis. Cuando agregaron la hormona a las células del cerebro del ratón cultivadas en un plato, activaron un gen que desencadena la neurogénesis, llamado factor de crecimiento de fibroblastos.
Si el mismo efecto ocurre en otros animales, esta podría ser la forma en la que la grelina ejerce sus efectos sobre la memoria, dice Davies.
Se cree que las células cerebrales jóvenes mejoran la capacidad de formar nuevos recuerdos. Esto se debe a que son más excitables, por lo que es más probable que se activen en entornos nuevos. "Estas neuronas se activarán más fácilmente que las neuronas viejas, creando un nuevo recuerdo", dice Davies.
El trabajo puede ser fundamental para tratar condiciones neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson, que es causada por la pérdida de un tipo de célula cerebral. Investigaciones previas, incluyendo algunas del equipo de Davies, descubrieron que la grelina puede ayudar a proteger a los animales del desarrollo de una forma de enfermedad de Parkinson.
En experimentos posteriores, el equipo de Davies descubrió que la grelina protege a las células cerebrales cuando se las alienta a imitar la enfermedad de Parkinson. Y la colega de Davies, Amanda Hornsby, descubrió en un estudio de 28 voluntarios que las personas con demencia de Parkinson (deterioro cognitivo causado por la enfermedad de Parkinson) tienen niveles más bajos de grelina en la sangre que las personas que no tienen esa afección.
Esto sugiere que la grelina u otras sustancias químicas que actúan de la misma manera podrían usarse como un tratamiento para esta enfermedad.
¿Pasar hambre puede ser bueno para el cerebro?
Y en el resto de las personas sin enfermedades de este tipo, seguir una dieta permanente de aproximadamente un 25% menos de calorías que la cantidad diaria recomendada podría tener diversos beneficios para la salud, como un mejor control de los niveles de azúcar en la sangre. Algunos que lo han probado han dicho que también mejora sus capacidades cognitivas, aunque esto es controvertido ya que otros estudios afirman que consumir menos calorías de las recomendadas puede afectar negativamente a las capacidades mentales de las personas.
En un esfuerzo por aprovechar algunos de los beneficios para la salud de una dieta restringida en calorías, algunas personas recurren al ayuno intermitente. Es probable, por ejemplo, que la dieta 5-2, donde la gente come normalmente durante cinco días, pero los otros dos solo consume unas 500 calorías, eleve los niveles de grelina, favoreciendo nuestras capacidades cognitivas.
No obstante, Nicolas Kunath, de la Universidad Técnica de Munich, Alemania, señala que las nuevas células cerebrales tardan unos días o semanas en comenzar a funcionar, por lo que las personas no deberían esperar que el ayuno produzca efectos inmediatos sobre su capacidad intelectual.
Por el momento, estas investigaciones son sobre todo alentadoras para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer, pero no deberíamos hacer ayuno, ni siquiera dos días a la semana, hasta que se confirme que esos beneficios son mayores que los posibles perjuicios de comer menos de lo necesario.
Morgan, A. H., Andrews, Z. B. & Davies, J. S. (2017). “Less is more: Caloric regulation of neurogenesis and adult brain function”. Journal of Neuroendocrinology 29(10), e12512. https://cronfa.swan.ac.uk/Record/cronfa38127 doi:10.1111/jne.12512