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Ovulación y flujo amarillo, ¿es posible?

Ovulación y flujo amarillo, ¿es posible?

A lo largo del ciclo menstrual, la consistencia y la cantidad del flujo vaginal va cambiando según la etapa en la que se encuentre la mujer para favorecer, durante los días fértiles, el paso de los espermatozoides y ayudar a un posible embarazo. Sin embargo, el color del flujo no debe variar mucho, siendo lo normal que oscile entre el más transparente de los días fértiles a un amarillo pálido en los días previos. Si tu flujo es muy amarillo, puede que indique algún problema o enfermedad.

Índice

¿Qué es la ovulación?

La ovulación es la fase del ciclo menstrual en la que uno de los dos ovarios libera un óvulo. Es la parte más importante del ciclo, ya que la ovulación permite que la mujer pueda quedarse embarazada y, si no ocurre eso, que tenga la regla unos días después. Por lo tanto, si una mujer no ovula, ni puede quedarse embarazada, ni tendrá la regla.

Para que este proceso se produzca, es necesario no solo que los ovarios funcionen correctamente, sino que también lo hagan las principales hormonas sexuales femeninas, producidas por el hipotálamo o la hipófisis. Así, en la etapa previa a la ovulación, la hipófisis segrega grandes cantidades de la hormona folículo-estimulante o FSH, que ayuda a desarrollar entre 10 y 100 folículos en cada ciclo. Estos folículos, a su vez, segregan grandes cantidades de estrógeno, mientras el hipotálamo libera prolactina, que interviene en la maduración de los folículos. En ese momento comienza la fase ovulatoria, en la que el hipotálamo libera la hormona luteinizante que completa la maduración del folículo que, cuando crece hasta los 20 mm, se rompe, liberando al óvulo, que se dirige hacia la cavidad peritoneal, donde es atrapado por el extremo de una de las trompas de Falopio, donde permanece a la espera de ser fecundado.

El proceso de la ovulación dura varios días, mientras que, una vez liberado el óvulo, vive 24 horas. Si pasado este tiempo no es fecundado, muere y es expulsado días después junto con los desechos del endometrio en la menstruación.

¿Qué es el flujo vaginal?

Ahora que tenemos claro cómo se produce el proceso de ovulación, vamos a ver qué es exactamente el flujo vaginal que todas las mujeres segregan desde la primera regla. El flujo vaginal está compuesto por una serie de secreciones generadas por el cuello de útero, las glándulas de Bartolino y el endometrio que permiten que las membranas vaginales se mantengan hidratadas, favoreciendo su salud. Además de estas secreciones, encontramos en el flujo vaginal un líquido que atraviesa las paredes de los vasos sanguíneos que llevan sangre hacia los órganos del sistema reproductor, secreciones producidas por las glándulas sebáceas y sudoríparas de la zona, células muertas del epitelio vaginal y del cuello uterino, bacterias que colonizan la vagina, etc. Es decir, el flujo vaginal está formado por agua, moco y células.

Cambios del flujo vaginal a lo largo del ciclo menstrual

- Días previos a la menstruación y después de esta: el flujo suele ser pegajoso, blanquecino claro, escaso y con una consistencia más pastosa.

- Durante la fase folicular: mientras maduran los folículos, el flujo se vuelve más cremoso, de color blanco nacarado o amarillo pálido.

- Días previos a la ovulación: en los días previos a la ovulación el flujo es más abundante, acuoso, de color transparente o blanquecino.

- Durante la ovulación: el flujo adquiere una consistencia como clara de huevo, puede estirarse varios centímetros sin romperse y es de color transparente y muy abundante. Cuanto más se estire entre los dedos, mayor será la calidad de fertilidad. Esta consistencia permite que los espermatozoides penetren fácilmente en el cérvix, favoreciendo la fecundación.

¿Cuánta cantidad de flujo debe haber?

A algunas mujeres les preocupa tener mucho flujo, ya que siempre tienen las braguitas húmedas a causa de la secreción vaginal, sin embargo, debes saber que la cantidad de flujo varía mucho de unas mujeres a otras y de unas fases a otras. Lo normal es generar entre 1 y 4 ml de flujo cada 24 horas, pero se puede sobrepasar de los 4 ml sin que sea indicativo de un problema o enfermedad. Lo normal es que se tenga más flujo durante la ovulación, si usas anticonceptivos orales o si estás embarazada. Sin embargo, si el aumento de flujo va acompañado de picor, mal olor, dolor durante las relaciones sexuales o cambios en el color del flujo, debes consultar a tu médico.

Entonces, ¿el flujo amarillo es malo?

El flujo vaginal, como hemos visto, puede variar entre el color más transparente de los días fértiles a uno amarillo pálido o blanquecino en otros momentos del ciclo. Sin embargo, si de repente tu flujo se vuelve muy amarillo, puede ser indicativo de una infección o una enfermedad de transmisión sexual. En concreto, cuando el flujo es amarillo verdoso y espumoso, solemos estar ante una infección por tricomoniasis.

La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual transmitida por el parásito protozoario llamado Trichomonas vaginalis. Esta ETS es de las más comunes y, aunque muchas veces no causa síntomas, puede provocar picor, ardor, molestias al orinar, secreción amarillenta, labios vaginales inflamados y dolor al mantener relaciones.

Si presentas estos síntomas, debes acudir al médico, quien te mandará un antibiótico por vía oral (puede ser metronidazol o tinidazol).

Por lo tanto, si tu flujo es muy amarillo durante la ovulación, momento en el que debería ser transparente, y notas otros síntomas como picor o ardor, no dudes en acudir al médico, ya que es probable que padezcas una infección vaginal o una ETS como la tricomoniasis, que puedes contagiar a otras personas sin mantienes relaciones sexuales con ellas sin protección.

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