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Mitos sobre métodos anticonceptivos

Mitos sobre métodos anticonceptivos

¿No puedo ponerme un DIU si no he sido madre? ¿Los preservativos se rompen fácilmente? Existen ciertos mitos sobre algunos métodos anticonceptivos que pueden poner en riesgo tu salud. Saber cómo utilizar los anticonceptivos es de vital importancia para prevenir embarazos no deseados y evitar enfermedades de transmisión sexual.

Índice

Mitos sobre métodos de barrera

Para que puedas utilizar los anticonceptivos de forma correcta y sepas la verdad sobre ellos, a continuación, te enumeramos una serie de mitos que se han extendido entre la sociedad, pero que son solo eso, mitos.

Los preservativos se rompen con facilidad

Aunque es cierto que en alguna ocasión pueden romperse, esto no es para nada lo habitual. Los preservativos se elaboran bajo un control de calidad que hace que sea muy difícil su rotura, siempre que se les dé un uso adecuado y, por supuesto, no estén caducados. Para conservarlos solo hay que seguir las instrucciones que aparecen en la caja, o en el propio envoltorio, generalmente son: mantenerlos en una temperatura y humedad adecuadas, y tener precauciones con el tipo de lubricante que se utilice, si es que se utiliza.

El virus del sida es capaz de atravesar los preservativos

Esto también es falso, ni el VIH ni ningún otro patógeno conocido hasta la fecha puede atravesar el látex y transmitir una enfermedad. De hecho, los condones son el único medio eficaz para evitar el contagio del sida y otras enfermedades de transmisión sexual.

Los métodos "tradicionales" son seguros

Aún existe la creencia de que la “marcha atrás” es un método efectivo para evitar un embarazo, es quizás el mito más extendido, pero solo es eso, un mito. Además del riesgo de “no parar a tiempo”, el líquido preseminal puede contener espermatozoides que pueden fecundar el óvulo.

Es suficiente utilizar el preservativo solo durante la eyaculación

Por el mismo motivo por el que la marcha atrás no evita un posible embarazo, el preservativo tiene que ser usado desde el inicio de la penetración para evitar el contacto con el líquido preseminal, que puede contener espermatozoides.

Mitos sobre métodos hormonales

Si tomamos la píldora anticonceptiva, hace falta hacer descansos cada 3, 6 o 12 meses

Esto podía suceder con los preparados antiguos, con dosis muy altas y hormonas menos seguras, pero, hoy en día, solo se debe hacer un descanso si así lo queremos, si estamos intentando lograr un embarazo o si estuviera indicado por causas médicas.

La píldora del día después es abortiva

La realidad es que la pastilla actúa retrasando el momento en el que el ovario libera un óvulo para evitar su encuentro con un espermatozoide. Normalmente, los espermatozoides viven en el aparato genital femenino entre tres y cinco días tras la relación sexual. Justo en esos días la mujer se puede quedar embarazada si se produce la ovulación. Por este motivo, es mejor tomarse la pastilla cuanto antes.

La píldora del día después tiene efectos secundarios graves

Ocurre todo lo contrario, son seguras para la salud y sus efectos son leves. Si fuese de otra manera, no se comercializaría. Aunque sí es cierto que puede provocar algunos síntomas de malestar, entre lo que se incluyen náuseas, dolor abdominal y de cabeza, o menstruación un poco más dolorosa de lo normal, pero nada grave ni permanente.

Los métodos hormonales pueden producir cáncer

Aunque pueda parecer que “tomar hormonas” pueda afectarnos de manera drástica, lo cierto es que este tipo de comprimidos anticonceptivos llevan una cantidad muy pequeña de hormonas, que sirven tan solo para regular el ciclo, prevenir embarazos, e incluso están indicadas para otras patologías médicas como ovarios poliquísticos. Por lo que no, tomar las pastillas anticonceptivas no causa cáncer.

Los anticonceptivos hormonales engordan, causan varices, provocan infertilidad…

No, nada de esto es cierto. La causa número uno de las varices es la genética. Lo que las pastillas producen es la relajación de las venas, pero no producen varices si no existe una predisposición genética. Tampoco aumentan el peso, aunque sí pueden producir una ligera retención de líquidos, que desaparecerá en los días de descanso. Aunque a todas las mujeres no les sientan igual, en general, no tienen efectos secundarios directos.

Las duchas vaginales después de haber mantenido relaciones sexuales previenen el embarazo

Las duchas vaginales no evitan en absoluto un posible embarazo, pero lo que sí pueden provocar son consecuencias negativas en la salud como la destrucción de la flora vaginal protectora, e incluso el desequilibrio en el pH íntimo.

Sólo se pueden poner DIU mujeres que hayan sido madres

El DIU puede ser usado tanto por mujeres que hayan sido madres, como por aquellas que no han tenido hijos. Estos métodos de larga duración protegen durante un periodo de unos 3 años, pero ¡ojo! no son efectivos para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

El DIU provoca esterilidad

La única manera en la que el DIU podría estar relacionado con la esterilidad es si se asociara a una infección pélvica o a una endometritis, en cuyo caso esta sería la causa. Por lo que no, el DIU no causa esterilidad.

Los anticonceptivos hormonales dejan de funcionar si se toma otra medicación

Tomar antibióticos u otros medicamentos por unos días no afecta a su eficacia, aunque el uso prolongado de fármacos para enfermedades como epilepsia o depresión sí puede interferir. En estos casos, lo recomendado es consultar con el especialista la opción más adecuada para reducir el riesgo de embarazo.

Fuente:

Mitos en Anticoncepción. Por Asociación Médica Argentina de Anticoncepción. http://www.amada.org.ar/index.php/comunidad/generalidades/117-mitos-en-anticoncepcion

Redacción: Cristina Rodríguez

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