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Las mujeres y el deporte

Las mujeres y el deporte

Aunque cada vez se ven más mujeres enamoradas del deporte y fieles practicantes, todavía hay bastante diferencia entre el deporte que practican los hombres y el que practican las mujeres, diferencia que comienza ya de niñas. Esto hace que todavía haya mucha discriminación en el mundo deportivo.

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¿Por qué chicos y chicas no practican los mismos deportes?

¿A las niñas les gusta menos el deporte que a los niños o es que se les motiva menos para practicarlo? ¿Por qué a las mujeres suele gustarles menos practicar y seguir un deporte que a los hombres? ¿Es esta la causa de que el deporte femenino esté discriminado respecto al masculino?

Si observamos el patio de un colegio, la mayoría de niños se pasa la hora del recreo jugando al fútbol mientras que las niñas se sientan a hablar de sus cosas. Pocas son las que se atreven a jugar al fútbol con los otros chicos. Esta diferencia, que se observa desde pequeños, se mantiene al crecer y, en general, las mujeres son menos amantes del deporte, tanto como practicantes como seguidoras.

Así, los datos del “Informe 2016 sobre Actividad Física en niños y adolescentes en España”, coordinado por la doctora Blanca Roman Viñas, de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN), bajo la dirección del Prof. Lluís Serra, presidente de la FIN y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, ponen de manifiesto que solo el 30% de los niños y el 12% de las niñas menores de 10 años realiza un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física global. En la franja de edad de los 11 y 12 años, las cifras de no cumplimiento de este tiempo mínimo de actividad, varían entre el 39% de los niños y el 24% de las niñas. En los adolescentes -entre 13 y 17 años-, el 50% de los chicos cumple las recomendaciones diarias de actividad física, pero en el caso de las chicas solo el 14% alcanza los niveles requeridos.

Estos datos muestran una gran desproporción entre chicos y chicas pero, ¿a qué se debe? ¿Es algo cultural o biológico?

¿Realmente a las chicas les gusta menos ver y practicar deporte o es que las educamos de manera diferente?

La mayoría de expertos coincide: la educación es distinta. No motivamos ni alentamos a las niñas al deporte y, cuando lo hacemos, suele ser hacia deportes considerados más “de chicas” o "deportes femeninos", como la gimnasia rítmica, pero rara vez le damos un balón a una niña de 5 años para que juegue al fútbol o la sentamos a ver el baloncesto con sus padres. Esto hace que las niñas se interesen menos por el deporte desde pequeñas y, al crecer y llegar la adolescencia, sientan vergüenza al tener que practicar ciertos deportes ya que no saben ni están acostumbradas a realizarlos, por lo que los abandonan por otras prácticas como pilates que, si bien también son muy beneficiosas, no deben de ser excluyentes.

Estas diferencias vienen heredadas del machismo imperante en la sociedad hasta hace unas décadas, machismo que impedía a las mujeres realizarse en muchos ámbitos, incluido el deporte. Así, si nos fijamos, por ejemplo, en los datos de los Juegos Olímpicos, podemos comprobar cómo en los primeros Juegos de 1900 en París solo 22 de los 997 atletas que compitieron eran mujeres; pero en las Olimpíadas de 2012 en Londres fueron los primeros Juegos en los que se presentaron mujeres a competir en todos los deportes del programa Olímpico. En Río 2016, aproximadamente 4.700 mujeres, el 45 por ciento de todos los atletas, representaron a sus países en 306 eventos.

Esto muestra todo lo que se ha logrado en los últimos años para equiparar a las mujeres con los hombres en el plano deportivo, pero todavía queda mucho por hacer para lograr la igualdad de género y evitar esta discriminación. Así, las mujeres ganan menos en la mayoría de deportes profesionales que los hombres, especialmente si hablamos de los deportes estrella como fútbol o baloncesto. También se hace mucho menos caso a las competiciones deportivas femeninas en las televisiones y los medios de comunicación, lo que dificulta los sponsor y el dinero para estas competiciones, teniendo muchas veces que pagarse ellas mismas todo para poder competir.

Estas dificultades económicas son un gran lastre para el deporte femenino, que lucha desde hace años por lograr más ayudas y visibilidad para poder competir en las mismas condiciones que los hombres.

Asimismo, existen varios programas en la ONU para favorecer el deporte femenino en ciertos países donde apenas hay igualdad entre hombres y mujeres ya que el deporte es una vía importante para minimizar esas diferencias y aumentar la calidad de vida de las mujeres. Y es que el deporte es un transmisor fundamental de valores y puede ayudar a luchar contra la desigualdad y la pobreza, pero hacen falta más ayudas por parte de los gobiernos, así como una mejor educación por parte de todos para enseñar a nuestras niñas lo importante que es el deporte y que ellas pueden ser igual de buenas que ellos jugando al fútbol o al rugby.

Fuente:

Lluís Serra, presidente de la FIN y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias

Redacción: Irene García

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