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La dieta vegetariana se asocia con una peor salud

La dieta vegetariana se asocia con una peor salud

¿Qué alimentos son realmente buenos y cuáles no? Cada día surgen nuevas noticias, contradictorias, sobre ciertas comidas y bebidas. Si un día es bueno beber un vaso de vino al día, al día siguiente es malo. Una semana el aceite de coco es el mejor manjar, y a la siguiente puede causarte un ataque al corazón. Todas estas noticias están basadas en diversos estudios que pueden tener su parte de verdad, el problema es saber interpretarlos.

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Come comida. No demasiada. Principalmente plantas

Y es que muchas veces estos estudios se basan en muestras pequeñas de población, por lo que no pueden extrapolarse a todo el mundo. Asimismo, el entorno, el nivel de actividad y la genética desempeñan un papel en la forma en que interactuamos con los alimentos que consumimos. Algunas personas simplemente procesan ciertos alimentos mejor que otros. No existe una dieta ideal singular ni todo sienta bien (o mal) a todos.

En los últimos años se ha hecho muy famoso un consejo de Michael Pollan: “Come comida. No demasiada. Principalmente plantas", que se ha convertido en un mantra muy repetido de la era moderna. La primera parte es un recordatorio para comer alimentos reales, no la química procesada que domina las estanterías de los supermercados. La segunda es la responsabilidad personal: comer hasta que estés lleno, no hasta que tu plato esté vacó. No comer mucho y reconocer el vínculo entre los problemas emocionales y el atracón, y abordar ambos problemas simultáneamente.

Pero ¿qué significa en realidad "principalmente plantas"?

Un equipo de investigadores austriacos con sede en el Instituto de Medicina Social y Epidemiología de la Universidad Médica de Graz quería averiguarlo. Su metaanálisis de más de 15.000 austriacos, de 15 años de edad o más, reveló información importante sobre lo que significan para nuestra salud todas las dietas de plantas, tanto únicas como mixtas.

De esos más de 15.000 ciudadanos austriacos, el equipo analizó los datos de 1.320 individuos: 330 vegetarianos, 330 carnívoros que consumían muchas frutas y verduras, 330 carnívoros que no comían mucha carne y un número igual de personas que comían mucha carne. Tomaron en cuenta la edad, el sexo y los factores socioeconómicos cuando se combinaron los grupos. Al final, el 76,4 por ciento de este grupo eran mujeres, con un 40 por ciento menores de 30 años. Otro 35 por ciento se encontraba entre los 30 y los 50 años.

Beneficios del vegetarianismo

Curiosamente, si bien hubo beneficios positivos asociados con el vegetarianismo, el estudio concluye lo siguiente:

“En general, nuestros hallazgos revelan que los vegetarianos reportan peor salud, necesitan tratamiento médico con mayor frecuencia, tienen peores prácticas de atención médica preventiva y tienen una menor calidad de vida... Nuestros resultados han demostrado que los vegetarianos reportan afecciones crónicas y una salud subjetiva más pobre con mayor frecuencia”.

También descubrieron incidencias "significativamente más altas" de cáncer en los vegetarianos, así como un aumento en las tasas de trastorno de ansiedad y depresión, aunque señalan que esto es inconsistente con otras investigaciones. Señalaron otro estudio que muestra un mayor riesgo de trastornos mentales en vegetarianos. En general, los vegetarianos sufren más de enfermedades crónicas y toman más medicamentos que incluso los que comen carne ocasionalmente.

Aunque no todas son malas noticias. Los vegetarianos tienen un índice de masa corporal más bajo y sufren menos de problemas de colesterol, hipertensión, enfermedad de las arterias coronarias y diabetes tipo 2. Los vegetarianos disfrutan de un estatus socioeconómico más alto, aunque la correlación podría no ser la causa: muchos trabajadores de bajos ingresos podrían no poder comprar productos vegetales de alta calidad. Los vegetarianos también tratan mejor sus cuerpos: hacen más ejercicio, fuman y beben menos alcohol.

La correlación entre el IMC y la carne es clara en este estudio. Los carnívoros que comen mucha carne tienen el IMC más alto, mientras que los vegetarianos puros tienen el más bajo. Nuevamente, la correlación y la causalidad no están claras, ya que los consumidores de carne también muestran una tasa mucho más alta de consumo de alcohol, que es una de las formas más rápidas y seguras de aumentar de peso.

Curiosamente, los vegetarianos son vacunados y visitan al médico con menos frecuencia que los otros grupos, lo que podría contribuir a los datos de enfermedades crónicas. Dadas las tácticas de mercadotecnia cuestionables de las "marcas de alimentos saludables" que afirman que "los alimentos son medicamentos" y llaman a sus productos "súper alimentos", no es de extrañar que algunos vegetarianos crean que su dieta es una panacea. Es fácil comprender cómo una conspiración se convierte en la siguiente, un patrón que podría resultar perjudicial para su salud.

La dieta vegetariana es menos saludable

La conclusión del equipo es clara:

“Nuestro estudio ha demostrado que los adultos austriacos que consumen una dieta vegetariana son menos saludables (en términos de cáncer, alergias y trastornos de salud mental), tienen una calidad de vida inferior y también requieren más tratamiento médico”.

Por lo tanto, la parte de “principalmente” del credo de Pollan parece ser válida. La dieta es un acto de equilibrio solo en una era de exceso. La proteína y la grasa fueron, en la mayor parte de nuestra historia evolutiva, escasas y más difíciles de asegurar. Comer mucha carne e ignorar los beneficios de las plantas parece ser tan peligroso como evitar la carne por completo. En una época en la que hay tanta disponibilidad, abandonar grupos de alimentos completos solo por cuestiones éticas no parece muy adecuado. Parece que la opción más saludable es la que seguían nuestros antepasados: comer de todo, pero con moderación.

Fuente:

“Nutrition and Health – The Association between Eating Behavior and Various Health Parameters: A Matched Sample Study” Nathalie T. Burkert, Johanna Muckenhuber, Franziska Großscha¨dl, E´va Ra´ sky, Wolfgang Freidl. Institute of Social Medicine and Epidemiology, Medical University Graz, Graz, Austria.

Redacción: Irene García

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