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¿Es verdad que los hombres tienen un testículo más grande que el otro?

¿Es verdad que los hombres tienen un testículo más grande que el otro?

Entre las muchas dudas que nos pueden surgir acerca de la anatomía masculina, está la de si es normal que tengan un testículo más grande que el otro. Una pequeña diferencia de tamaño es normal porque no somos totalmente asimétricos y todos tenemos una oreja o un ojo un poco más grande que el otro. Por lo tanto, también se puede tener un testículo un poco más grande.

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Problemas en los testículos

Sin embargo, esta diferencia debe ser inapreciable. Lo normal es que los testículos de un hombre adulto midan entre 4 y 8 cm de largo y 2 a 4 de ancho, es decir, una media de unos 6 cm de largo por 3 cm de ancho. Pero si uno de los testículos es mucho más grande que el otro y superior a estas medidas, sí que puede haber un problema.

Por ejemplo, el hombre puede sufrir un hidrocele, que es un exceso de líquido en uno de los testículos. Es una enfermedad generalmente benigna causada por la acumulación de líquido alrededor del cordón espermático. El síntoma principal es la inflamación testicular y puede ser bastante molesto y doloroso. No es una condición de nacimiento (salvo en el hidrocele testicular congénito), sino que suele presentarse tras una golpe fuerte en la zona. Para curarlo hace falta una operación quirúrgica muy sencilla y ambulatoria de unos 60 minutos de duración en la que se drena el líquido acumulado.

En cuanto al espermatocele, es un quiste (una pequeña bola dura y redonda en uno de los testículos). Pueden ser únicos, múltiples, unilaterales o bilaterales y frecuentemente tienen entre uno y dos centímetros de tamaño. Su aparición puede hacer que un testículo se vea más grande que el otro. 

Otro problema que puede causar que un testículo sea más grande que el otro es el cáncer de testículo, un tumor que se ha incrementado en las dos últimas décadas, por eso conviene conocer bien sus síntomas para detectarlo cuanto antes. Los signos principales de este tipo de tumor son aparición de una masa indolora o inflamación en cualquiera de los testículos, cambios al tacto, dolor en la ingle, acumulación súbita de líquido en el escroto. El tratamiento en este caso es la cirugía y, si fuera necesario, radioterapia o quimioterapia para acabar con las células cancerosas.

Otra posible causa de la inflamación repentina de un testículo es una infección testicular u orquitis. Esta afección puede ser causada por muchos tipos diferentes de bacterias y virus, aunque una de las más comunes son las paperas. En este caso va acompañado de otros síntomas como dolor, secreción, sangre, dolor al orinar, fiebre, etc. El tratamiento consiste en antibióticos si la infección es causada por bacterias, antinflamatorios, analgésicos y reposo en cama con compresas de frío en la zona para bajar la hinchazón.

Si la infección se produce en el epidídimo (la estructura tubular detrás del testículo donde maduran los espermatozoides y que conecta el testículo con los conductos deferentes) se habla de epididimitis. La causa más habitual de esta infección es la clamidia, aunque también puede estar causada por enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea o la bacteria E.coli. Provoca dolor, rojez e hinchazón y, para tratarla hacen falta antibióticos.

Por último, el varicocele también puede causar que un testículo esté más grande que el otro. En este caso, esta enfermedad es una dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos causada por una acumulación de sangre en estas venas debido al reflujo de la sangre desde la vena renal al testículo. Suele causar dolor y se trata mediante cirugía.

La diferencia suele ser pequeña

No obstante, a la hora de valorar si el hecho de tener un testículo más grande que el otro es un problema o no, además tener en cuenta la diferencia entre uno y otro, es importante saber si esto siempre ha sido así o no ya que si uno de tus dos testículos siempre ha sido un poco más grande, desde que naciste, no debes preocuparte ya que es algo genético. Igual que tienes un brazo ligeramente más grande o un ojo más arriba, tienes un testículo un poco más grande.

También es normal que uno esté un poco más alto que el otro, al igual que ocurre con el resto de rasgos y extremidades ya que, como decíamos, no somos totalmente simétricos entre los dos lados de nuestro cuerpo.

Es importante la autoexploración rutinaria del escroto para poder detectar cualquier cambio o problema en los testículos. Cuando te bañes, examina tus testículos frente a un espejo, apartando el pene hacia un lado. Sostén un testículo con los dedos índice y medio por debajo y con el pulgar por encima y muévelo y pálpalo para notar cualquier bultito o quiste. Revisa también el epidídimo, el conducto donde maduran los espermatozoides, situado en la parte superior y posterior de cada testículo. Debe sentirse más desigual o con más bultos que el testículo. Por último, palpa el tubo denominado “conducto deferente” que sale del epidídimo y se asemeja a un espagueti. Debería tener la textura de un cordón suave.

Ante cualquier cambio o cosa extraña, no dudes en consultar con un experto en urología. 

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