Cosas de pareja que puedes (y debes) seguir haciendo con hijos

Índice

• 1- Realizar muestras de cariño delante de ellos
• 2- Iros de fin de semana romántico
• 3- Celebrar vuestro aniversario
• 4- Hablar de vuestros asuntos
• 5- Mantener relaciones sexuales con frecuencia

Hasta que llegó vuestro primer hijo erais solo vosotros dos en casa así que podías hacer con libertad lo que quisierais, como mantener relaciones sexuales en cualquier cuarto y a cualquier hora, planear una escapada romántica espontánea o salir a cenar y a tomar una copa todas las noches.

Una vez que llegan los hijos muchas de estas cosas no se pueden seguir haciendo, pero hay muchas otras que sí y que no debéis perder para que vuestra relación como pareja no se enfríe y no seáis solo padres, sino también amantes y marido y mujer.

1- Realizar muestras de cariño delante de ellos

No es cuestión de que os deis un beso de tornillo con lengua de 5 minutos, pero no debéis dejar de daros abrazos, besos en la boca o de deciros “te quiero” solo porque ellos estén delante.

Es cierto que los niños pasan por una etapa que les da vergüenza ver a sus padres mostrándose afecto, pero es más acierto que los padres sois el modelo a seguir y no hay nada mejor que ver cómo os tratáis con amor y os queréis como pareja para su desarrollo afectivo y sus relaciones de pareja futuras.

2- Iros de fin de semana romántico

Cuando los niños son muy pequeños quizá sea más complicado dejarlos con alguien, pero una vez sean un poco mayores podéis aprovecharos de algún familiar para iros de vez en cuando de escapada romántica y así estar solos, sin ellos, haciendo solo cosas de adultos.

Y, si el fin de semana es demasiado por la situación familiar, quizá podáis iros a pasar el día, a cenar, tener una cita… lo importante es que encontréis tiempo para vosotros como pareja sin los niños. Para que vuestra relación se resienta lo menos posible tras la llegada de los hijos, es importante que cada día dediquéis un tiempo al otro y a vuestro matrimonio o pareja. No todo son los niños ni vuestro único rol es del padre/madre.

3- Celebrar vuestro aniversario

De boda, de empezar a salir, la primera cita, el primer beso… Sea cual sea el aniversario que os gustaba celebrar, no dejéis de hacerlo… Intentad buscar un canguro para salir a cenar o a tomar una copa pero, si no podéis, siempre se puede preparar un plan romántico en casa una vez los niños se hayan dormido, como una cena especial con velas o una peli de amor.

No se deben olvidar las fechas importantes ni los gestos de amor. Incluso puedes intentar tener un gesto especial con tu pareja cualquier otro día, aunque no sea vuestro aniversario. Unas flores, una carta, un mensaje, hacer algo por el otro… Es importante que vuestra pareja sienta que todavía es importante para ti.

4- Hablar de vuestros asuntos

Si el tema que vais a tratar no es para niños o es algo que pueda afectarles y aún no está claro mejor habláis en otra habitación o cuando no estén, pero no hace falta que os escondáis cada vez que queráis hablar de vuestros asuntos. Si no, los niños pensarán que no hay comunicación entre vosotros.

Eso sí, evitad las peleas y los gritos. Hay que hablar pausado y calmado y, por supuesto, sin insultaros nunca.

5- Mantener relaciones sexuales con frecuencia

El cansancio, la presencia de los niños en la habitación, los despertares continuos... pueden hacer que las relaciones sexuales se vuelvan muy esporádicas y queden casi reservadas para las escapadas románticas y las fechas señaladas. Pero el sexo forma parte esencial de una relación exitosa y duradera, por lo que debéis intentar seguir manteniendo relaciones sexuales de forma regular. No hay una cantidad estipulada, depende de cada pareja, pero que al menos sea algo que hacéis todas las semanas.

Aunque a veces cueste, intentad sacar tiempo. No es necesario una sesión de amor de una hora, con 15 minutos que os dediquéis puede ser suficiente para mantener viva la llama del amor. Lo importante es que os sigáis demostrando amor y pasión de manera habitual, y que el sexo no sea un recuerdo de una época muy lejana.