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¿Cómo tratar el nervio ciático?

¿Cómo tratar el nervio ciático?

La ciática es el conjunto de síntomas entre los cuales destaca el dolor en el territorio del recorrido del nervio ciático que puede estar acompañado además de alteraciones en la función neurológica local.

Índice

Síntomas ciática

Tanto el nervio ciático como sus ramas nerviosas permiten el movimiento y las sensaciones en el muslo, la rodilla, las pantorrillas, el tobillo, los pies y los dedos y cuando este se inflama provoca los síntomas que llamamos ciática y que puede originar dolor en cualquier parte del recorrido del nervio desde las nalgas hasta los dedos de los pies. El dolor de la ciática varía desde infrecuente e irritante hasta constante y debilitador y sus síntomas también varían mucho en cuanto al tipo, el lugar afectado y su gravedad, pues todo acaba dependiendo finalmente de la afección causante de la ciática. Además, la compresión del nervio ciático puede causar dolor intenso en la espalda, nalga o piernas, dificultad para mantener la columna recta, dolor al caminar, sensación de choques eléctrica o ardor en le glúteo o la pierna, hormigueo, debilidad del lado afectado...

Los síntomas de la ciática son producidos por la irritación del nervio ciático mayor. El nervio ciático es el más largo y grande del cuerpo y se origina en el plexo sacro, la red de nervios situada en la parte inferior de la espalda. Además, este está compuesto por raíces individuales que surgen de varias partes de la columna vertebral para después juntarse y formar “el nervio ciático”, y es por ello por lo que los síntomas de la ciática son diferentes según la parte del nervio comprimida.

En relación con la ciática y el nervio ciático hay que tener especial cuidado con los ejercicios que realizamos ya que este es un dolor que resulta muy incómodo y puede impedir que realicemos nuestras actividades cotidianas por un tiempo que puede durar alrededor de ocho o nueve semanas, aunque podrá disminuir y desaparecer completamente en menos tiempo con algunos cuidados y ejercicios. Caminar, por ejemplo, es una actividad que no requiere de entrenamiento previo y resulta muy beneficiosa para aliviar el dolor ciático.

Para confirmar que se trata del nervio ciático, el profesional de medicina puede hacer una serie de pruebas como la exploración física, rayos X, resonancia magnética.

Consejos para tratar la ciática

Es cierto que, aunque descansar un día o dos sea a lo que recurrimos la mayoría de nosotros para reducir el dolor del nervio ciático, la mejor manera de combatir la enfermedad es con una buena rutina de ejercicios y movimientos que trabajen el área afectada con el fin de mejorar el problema cada día. Además, extender demasiado tiempo la inactividad física puede empeorar la situación. Hacer ejercicios y trabajar las áreas que pueden ayudar a fortalecer la espalda y los discos de la columna vertebral poco a poco es algo fundamental. Y como decíamos, dependiendo del diagnóstico, una vez hayamos acudido al especialista contaremos con un plan de ejercicios u otro. Sin duda, el que mejor se adapte a nuestro dolor y nuestra salud general.

Es por todo ello, por tanto, por lo que resulta fundamental contar siempre con el diagnóstico previo, es decir, localizar la causa porque, además, un ejercicio incorrecto lo único que puede hacer es empeorar el dolor ciático y prolongarlo. No obstante, e independientemente de cuál sea la causa, una buena rutina para aliviar este dolor tan molesto siempre debe incluir estiramientos del músculo piriforme (músculo que se encuentra en la parte inferior de la región glútea), estiramientos de espalda baja y estiramientos isquiotibiales.

En cuanto a los medicamentos que se pueden tomar, son analgésicos, antiinflamatorios o algunos más fuertes derivados de la morfina como el Tramadol, acompañado de un relajante muscular como el Diazepan. Una forma más natural de combatir el dolor es tomar complejo de vitamina B, unas vitaminas que mejoran la salud de los nervios.

Pero si la ciática deriva, por ejemplo, de la hernia de disco lo ideal es que se realicen ejercicios de extensión, de flexión de espalda y de extensión superior de esta. En el caso de que la ciática sea causa de la estenosis espinal (estrechamiento del canal de la columna cervical o lumbar) se podrán realizar ejercicios de flexión dorsal, flexiones abdominales o la marcha supina. La marcha supina o supinación es el movimiento del antebrazo que hace girar la mano de dentro a fuera y poner la palma hacia arriba o hacia delante. Por último, si la ciática es debida a problemas degenerativos del disco lumbar podemos hacer el ejercicio del puente (o bridging en inglés), que es a su vez flexión de espalda, postura de equilibrio y también fortalecedor de los músculos del torso.

Es importante tener en cuenta los ejercicios específicos para aliviar el dolor del nervio ciático dependiendo de la causa que lo esté provocando, pero también lo es incluir ejercicio aeróbico que nos ayude tanto a reducir el problema como a contribuir a la salud de nuestro cuerpo en general. Tal y como decíamos anteriormente, uno de los mejores ejercicios para la espalda baja es caminar. Al principio podemos optar por andar alrededor de treinta minutos al día y a medida que la condición de dolor del nervio ciático vaya mejorando, incrementar la actividad aérobica con ciclismo, trote o caminando más rápido.

Lo mejor es que consultes a un fisioterapeuta para que te indique qué ejercicios debes hacer para mejorar el dolor.

Otro tratamiento casero son los masajes con crema hidratante o con aceites, que mejoran la movilidad, ya que relaja los músculos de la espalda, piernas y glúteos, disminuyendo así la compresión en el nervio. 

Un tratamiento de medicina alternativa es la osteopatía, que consiste en técnicas en las que se estiran los músculos para tratar la escoliosis, la hiperlordosis y la hernia discal, o a la acupuntura. 

Para los casos más graves, se puede recurrir a la cirugía, sobre todo si la causa es una hernia discal. 

Finalmente, hay que ser consciente de que se deben realizar los ejercicios de ciática adecuadamente ya que si no los hacemos bien el problema podría agravarse. Se recomienda, por tanto, hacer todo este tipo de ejercicios de los que hablamos bajo la supervisión de algún profesional de la salud (quiropráctico, fisioterapeuta, etc.) y mantener siempre una postura correcta al caminar y al sentarse. No obstante, también tenemos que evitar el consumo excesivo de calorías porque el exceso de peso puede empeorar el problema.

Fuente:

Marques DR, Carroll WE. Neurology. In: Rakel RE, Rakel DP, eds. Textbook of Family Medicine. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 41.

Redacción: Ana Ruiz

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