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¿A qué edad es recomendable operarse la nariz?

¿A qué edad es recomendable operarse la nariz?

La edad recomendable para someterse a una cirugía de nariz (rinoplastia) varía dependiendo del desarrollo físico y emocional de la persona. No obstante, todos los expertos coinciden en que no debe hacerse antes de los 15 años.

Índice

¿A qué edad se puede operar la nariz?

En general, los cirujanos plásticos recomiendan que los pacientes esperen hasta que el desarrollo nasal esté completo, lo cual suele ocurrir a las siguientes edades:

- Mujeres: entre los 15 y 16 años.

- Hombres: entre los 16 y 18 años.

Esto se debe a que la nariz debe haber alcanzado su tamaño y forma final antes de la cirugía, para evitar alteraciones en el resultado a medida que el paciente sigue creciendo.

En cuanto a la edad máxima, no hay límite de edad en adultos para realizarse una cirugía de nariz, siempre que no haya contraindicaciones médicas a causa de alguna enfermedad crónica preexistente. Aunque sí hay que tener en cuenta que en pacientes mayores el proceso de desinflamación es más lento y la adaptación de la piel al nuevo esqueleto nasal también.

Además de la madurez física, también es importante considerar la madurez emocional del paciente, ya que una rinoplastia es un procedimiento estético que puede tener un impacto psicológico. Es esencial que la persona tenga expectativas realistas y una buena salud emocional para afrontar los cambios estéticos que conlleva la cirugía.

Si la operación se realiza antes de que el adolescente esté preparado psicológicamente para el cambio que supone, puede acabar arrepintiéndose. Además, como decíamos, puede que el resultado cambie al terminar de crecer y desarrollarse la estructura del joven.

En resumen, la cirugía de nariz generalmente es más segura cuando el crecimiento facial ha terminado, pero también debe considerarse el estado emocional y las expectativas del paciente.

¿Por qué operarse la nariz?

Las causas para someterse a una operación de nariz, o rinoplastia, pueden ser estéticas o funcionales (o una combinación de ambas):

1. Causas estéticas: es decir, cuando no te gusta el aspecto de tu nariz y buscas mejorar su apariencia o equilibrar las proporciones faciales. Por ejemplo, corregir una nariz grande o desproporcionada en relación con el resto de la cara; eliminar una joroba o giba en el dorso nasal; cambiar la forma de la punta nasal, ya sea porque es bulbosa, caída o demasiado prominente; reducir el ancho de la nariz o de las fosas nasales; mejorar la simetría después de una lesión o un trauma; corregir desviaciones visibles de la nariz que afectan la apariencia facial.

2. Causas funcionales: cuando existen problemas con la función respiratoria o problemas estructurales.

  • Desviación del tabique nasal (desviación septal), lo que puede causar dificultades para respirar.
  • Problemas respiratorios crónicos debido a una obstrucción nasal (a veces asociada a alergias o problemas congénitos).
  • Corregir deformidades congénitas como labio leporino o paladar hendido.
  • Reconstrucción nasal después de un trauma o lesión, como fracturas.
  • Problemas derivados de cirugías previas (rinoplastias fallidas) que han afectado tanto la estética como la funcionalidad de la nariz.

3. Causas combinadas: a veces, los pacientes se someten a una rinoplastia por razones estéticas y funcionales al mismo tiempo. Por ejemplo, una persona puede querer corregir una desviación del tabique que afecta su respiración y, al mismo tiempo, mejorar el aspecto externo de su nariz.

4. Problemas de salud mental o baja autoestima: algunas personas también optan por la rinoplastia debido a inseguridades estéticas que pueden afectar su autoestima o bienestar emocional, aunque los cirujanos recomiendan hacer la operación solo si la persona tiene expectativas realistas y no la percibe como la única solución a problemas de autoconfianza.

Cuidados después de una rinoplastia

Después de una rinoplastia, es esencial seguir ciertos cuidados para asegurar una buena recuperación y evitar complicaciones:

- Mantener la cabeza elevada: durante los primeros días, duerme con la cabeza elevada (con dos o más almohadas) para reducir la hinchazón y el sangrado.

- Aplicar compresas frías: colocar compresas frías o hielo (sin tocar directamente la nariz) sobre los ojos y la cara durante las primeras 48 horas ayuda a disminuir la inflamación y los moretones.

- No sonarse la nariz: durante al menos dos semanas después de la cirugía, evita sonarte la nariz para prevenir sangrado o daño a los tejidos internos en proceso de curación.

- Estornudar con la boca abierta: si necesitas estornudar, hazlo con la boca abierta para no ejercer presión en la nariz.

- Mantener la nariz limpia: usa soluciones salinas o spray nasal, según las indicaciones del cirujano, para limpiar suavemente las fosas nasales.

- Evitar golpes o presión: protege la nariz de golpes accidentales y evita actividades en las que exista riesgo de impacto. Además, no uses gafas o lentes que descansen sobre el puente nasal durante al menos 4-6 semanas.

- No tocar ni manipular la nariz: evita cualquier manipulación o presión directa sobre la nariz, ya que está en proceso de cicatrización y puedes estropear la cirugía, afectando al resultado final.

- Durante los primeros días es importante descansar, evitando actividades que puedan aumentar el esfuerzo físico o la presión arterial, incluido actividades físicas intensas (correr, levantar pesas, nadar) durante unas 4-6 semanas, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado y retrasar la curación.

- No exponer la nariz al sol: durante los primeros meses, evita la exposición directa al sol para prevenir la hiperpigmentación o cambios de color en la piel cicatrizada.

- No fumar: el tabaco afecta la cicatrización de las heridas, por lo que es recomendable no fumar antes y después de la cirugía.

- Mantente bien hidratada y sigue una dieta ligera los primeros días para evitar malestar o náuseas, sobre todo si tomas analgésicos.

- Sigue las indicaciones de tu cirujano en cuanto a los medicamentos (analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios) para controlar el dolor, prevenir infecciones y reducir la hinchazón.

- No tomes aspirina, ibuprofeno o medicamentos que puedan aumentar el riesgo de sangrado, a menos que tu médico lo indique.

- Durante la primera semana, la nariz puede estar cubierta con una férula o vendaje. Evita mojarla mientras te duchas o te lavas la cara y no la retires hasta que lo haga el cirujano o experto en cirugía estética.

La hinchazón y los moretones son comunes después de la rinoplastia. La mayor parte de la hinchazón desaparecerá en unas semanas, pero puede tomar hasta un año para que la forma final de la nariz se aprecie por completo. Ten paciencia ya que tardarás un tiempo en verte con tu nuevo aspecto mejorado.

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