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Beber té a menudo puede evitar las enfermedades cardiovasculares

Beber té a menudo puede evitar las enfermedades cardiovasculares

Los flavonoides son una serie de metabolitos secundarios de las plantas que parecen ser los responsables de que las personas que beben té a menudo tengan menos probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. Por eso, el té verde y el té negro se plantean como una buena opción para evitar este tipo de patologías.

Índice

¿Qué beneficios aporta beber té a la salud?

Té negro, verde, rojo, caliente, helado, con leche, solo… cada vez son más las personas que se apuntan a la moda de beber té, una bebida tradicional de la India exportada a Europa por los británicos que cada vez se ingiere en más sitios y de manera más frecuente, sustituyendo en muchos casos al café. De hecho, cada vez son más las teterías que se dedican solo a ofrecer decenas de variedades de tés o los tés embotellados y en infusiones que podemos encontrar en el supermercado. Y es que el té está de moda, no solo por su sabor, sino por sus beneficios.

Uno de los principales beneficios de los que se habla a menudo sobre el té es su protección al corazón y los vasos sanguíneos, evitando el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. ¿Es este beneficio real? ¿A qué se debe?

"El té es una buena fuente de compuestos conocidos como catequinas y epicatequinas, que se cree que son responsables de los efectos beneficiosos para la salud del té", dice el Dr. Howard Sesso, profesor asociado de medicina de la Escuela de Medicina de Harvard y epidemiólogo asociado del Hospital Brigham and Women's. Estos compuestos pertenecen a un grupo de productos químicos vegetales llamados flavonoides. La investigación sugiere que los flavonoides ayudan a calmar la inflamación y que, a su vez, pueden reducir la acumulación de placa dentro de las arterias. El té verde tiene cantidades ligeramente más altas de estos productos químicos que el té negro, por lo que será más beneficioso.

Además, tanto el té negro como el verde contienen cantidades modestas de cafeína, que oscilan entre 20 y 45 miligramos por taza, aproximadamente la mitad de la cantidad de cafeína en la misma cantidad de café, aportando, por lo tanto, menos cafeína al organismo.

¿La hora del té?

Los estudios a corto plazo han demostrado que tomar té puede mejorar la reactividad vascular, una medida que indica qué tan bien tus vasos sanguíneos responden al estrés físico o emocional. También hay evidencia de que beber té negro o verde puede disminuir los niveles de colesterol LDL (es decir, de colesterol malo). La presión arterial también puede disminuir ligeramente en las personas que toman té, pero los resultados de estos estudios varían, por lo que no está confirmado este beneficio.

Varios estudios extensos basados ​​de población muestran que las personas que beben regularmente té negro o verde pueden tener menos probabilidades de tener ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, las personas que beben té tienden a ser diferentes de las personas que no toman té. "No podemos desenmarañar si el consumo de té es el responsable de esta menor incidencia, o si se debe o cualquier otra cosa que hagan las personas que suelen beber té", explica el Dr. Sesso. "Algunos expertos creen que el té puede tener beneficios cardiovasculares, pero no se ha confirmado totalmente".

No exagerar en el consumo

Por lo tanto, no te debes dejar tentar por los extractos o suplementos de té verde que prometen una forma fácil y rápida de obtener una dosis concentrada de flavonoides. El Dr. Sesso recomienda evitar estos productos, ya que la evidencia sobre su efectividad y seguridad es limitada.

No hay problema en beber una taza o dos de té al día, pero cantidades excesivas de algunos tés pueden dañar los riñones. Por ejemplo, el té negro es una fuente rica de oxalatos, que puede causar cálculos renales.

"Si te guste el té, bébelo, pero con moderación, y no lo hagas como si estuvieras tomando un medicamento", dice el Dr. Sesso. Añadir un poco de azúcar está bien, pero si echas mucho, probablemente estés anulando los posibles beneficios del té, y acumulando en tu organismo más azúcar del saludable. Y ten cuidado con el azúcar que se encuentra en muchos tés embotellados, algunos de los cuales contienen hasta nueve cucharaditas de azúcar por porción, casi tanto como los refrescos. Revisa las etiquetas de té embotellado y elige solo té puro, sin adulterar.

Negro, verde o herbal: ¿Cuál es la diferencia?

El té negro y el té verde provienen de la misma planta, Camellia sinensis, un arbusto de hoja perenne que crece en áreas montañosas en China, India y otros países. Las diferencias entre ellos se derivan de lo que sucede después de que las hojas se cosechan y se dejan marchitar.

Para hacer té verde, las hojas se calientan al vapor o se calientan rápidamente para detener la oxidación, el proceso químico que causa el dorado. Para hacer té negro, las hojas se trituran, se rasgan, se enroscan o enrollan y se dejan oxidar antes de secarlas. Este paso de procesamiento adicional degrada algunos de los flavonoides. Como resultado, el té negro tiene cantidades ligeramente más bajas de flavonoides que el té verde.

Los tés de hierbas están hechos de una variedad de diferentes hierbas, especias y otras plantas, como menta, canela, regaliz, jengibre y rosa mosqueta. Si bien estas infusiones pueden contener sustancias químicas beneficiosas similares a las que se encuentran en el té común, no hay suficientes investigaciones para apoyar las conjeturas sobre los posibles beneficios para la salud del té de hierbas.

Fuente:

Dr. Howard Sesso, profesor asociado de medicina de la Escuela de Medicina de Harvard

Redacción: Irene García

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