7 curiosidades sobre las dietas

Índice

• Hacer dieta mejora tu estado de ánimo
• No hace falta hacer mucho ejercicio
• La embolización arterial bariátrica puede promover la pérdida de peso
• Comer grasa no engorda
• La proteína vegetal puede mantenerte lleno por más tiempo que la animal
• Los probióticos ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre
• Hacer ejercicio antes del desayuno puede ayudar a comer menos

Hacer dieta mejora tu estado de ánimo

Seguro que piensas que, si te pones a dieta, te pasarás semanas de mal humor e irritable por no poder comer lo que quieres. Pero un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine descubrió que cuando las personas que tenían un peso normal o tenían sobrepeso (pero no eran obesas) reducían las calorías, dormían mejor, estaban de mejor humor y tenían una vida sexual mejor.

En el estudio, los investigadores estudiaron a 220 personas que se dividieron en dos grupos: un grupo que redujo su ingesta diaria de calorías en alrededor del 25 por ciento, y un grupo control que no recibió asesoramiento dietético. Los investigadores rastrearon a los participantes durante dos años y les pidieron que rellenaran periódicamente cuestionarios sobre su estado de ánimo, calidad de vida, función sexual y sueño.

"Descubrimos que las personas de peso normal y con ligero sobrepeso que desean perder peso no deben preocuparse por la disminución de la calidad de vida", explica Corby Martin, director del Laboratorio de Comportamiento Ingestivo del Centro de Investigación Biomédica de Pennington en Luisiana y autor principal del estudio. De hecho, pueden sentirse mejor. Además, perdieron alrededor de 8 kilogramos durante esos dos años, en comparación con casi ningún cambio de peso en el grupo de control.

No hace falta hacer mucho ejercicio

¿Cuál es la cantidad óptima de ejercicio que debes hacer si quieres perder peso? Un estudio publicado en la revista Current Biology puede proporcionar algunas pistas: los investigadores encontraron que las personas que participaban en niveles moderados de actividad física quemaban alrededor de 200 calorías más por día que aquellas que tenían los niveles más bajos de actividad física. Sin embargo, curiosamente, las personas que eran más activas físicamente quemaron, en promedio, la misma cantidad de calorías que aquellas que eran moderadamente activas.

Esto puede deberse a que el cuerpo se adapta a niveles más altos de actividad. Hacer ejercicio puede inducir al cuerpo a hacer ajustes para adaptarse y mantener su gasto de energía al mismo nivel que cuando se hace menos ejercicio.

La embolización arterial bariátrica puede promover la pérdida de peso

En un pequeño estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad de Radiología Intervencionista de 2016, los investigadores describieron un nuevo procedimiento que puede frenar la sensación de hambre y ayudar a la pérdida de peso.

En el procedimiento, llamado embolización arterial bariátrica, se inyectan microesferas microscópicas en la sangre a través de un pequeño corte en la muñeca o la ingle. Estas microesferas viajan a una parte del estómago llamada fundus, donde disminuyen la cantidad de flujo sanguíneo a esa área. El fundus produce la mayoría de la grelina del cuerpo, también conocida como la hormona del hambre, por lo que al disminuir el flujo de sangre a esa área, el procedimiento puede limitar la cantidad de grelina que secreta el fundus. Este procedimiento podría ser muy beneficioso, sobre todo para aquellas personas con obesidad extrema que pasan por quirófano, aunque aún hace falta más investigación al respecto.

Comer grasa no engorda

Un estudio publicado en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology descubrió que los hombres y las mujeres que seguían una dieta mediterránea alta en grasas saludables como las del aceite de oliva o las nueces perdían más peso y reducían la circunferencia de su cintura más que personas a las que se les indicó reducir su ingesta de grasas

En el estudio, los investigadores utilizaron los datos recopilados durante un período de cinco años en personas en España, como parte de un estudio que examinó los efectos de la dieta mediterránea en la salud del corazón. El estudio incluyó a casi 7.500 adultos mayores a quienes se les indicó seguir una de las tres dietas: una dieta mediterránea con al menos 4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen por día, una dieta mediterránea con al menos tres porciones de nueces cada semana o una dieta en la cual se les aconsejó a los participantes que evitaran consumir grasa.

Después de cinco años, las personas tanto del grupo de aceite de oliva como del grupo de nueces habían perdido más peso que el grupo de control, y también presentaban mayores reducciones en sus circunferencias de cintura en comparación con el grupo de control.

Es decir, grasas sí, pero saludables.

La proteína vegetal puede mantenerte lleno por más tiempo que la animal

Un estudio reciente publicado en la revista Food and Nutrition Research encontró que la proteína vegetal puede ser más efectiva que la proteína animal para hacerte sentir lleno y ayudarte a comer menos en tu siguiente comida.

En el estudio, 43 participantes varones jóvenes comieron una de tres comidas diferentes para el desayuno, en tres días diferentes, cada dos semanas de diferencia. El primero fue una hamburguesa de carne con alto contenido proteínico con puré de patata, el segundo fue una empanada de legumbres con alto contenido proteico y un puré de guisantes partidos, y el tercero fue una hamburguesa de legumbres baja en proteínas con un puré de patata.

Los hombres informaron que se sentían más llenos después de comer la comida de legumbres con alto contenido proteínico que tras comer las otras dos. Además, los participantes que consumieron la hamburguesa de legumbres de alta proteína consumieron de 12 a 13 por ciento menos de calorías en la comida siguiente. Una razón para esto puede haber sido la mayor cantidad de fibra de la empanada.

Los probióticos ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre

El consumo de probióticos puede ayudar a disminuir los niveles de azúcar en la sangre, según un pequeño estudio de Canadá. En el estudio, a algunas personas que seguían la dieta DASH Dietary Approaches to Stop Hypertension (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión), que se recomienda para personas con presión arterial alta, se les pidió que también comieran probióticos. Las personas que consumieron probióticos durante el período de estudio de tres meses tuvieron una disminución promedio mayor en varias medidas de los niveles de azúcar en la sangre que el grupo que solo siguió la dieta DASH y no tomó probióticos.

Aunque se necesita más investigación, los hallazgos sugieren que agregar probióticos a la dieta DASH podría ayudar a proteger contra la diabetes. Esto podría deberse a un compuesto llamado butirato, que algunas bacterias producen en el intestino y juega un papel en la sensibilidad a la insulina. El aumento de los niveles de butirato puede conducir a una mayor sensibilidad a la insulina, lo que lleva a las células del cuerpo a absorber el azúcar de la sangre de manera más eficiente y, a su vez, a disminuir los niveles de azúcar en la sangre, dijo.

Hacer ejercicio antes del desayuno puede ayudar a comer menos

Si quieres perder peso, intenta hacer ejercicio antes del desayuno: un pequeño estudio publicado en el Journal of Nutrition and Metabolism sugiere que omitir el desayuno antes de hacer ejercicio puede ayudar a consumir menos calorías durante el día.

En el estudio, 12 varones blancos físicamente activos fueron asignados a uno de dos grupos: a un grupo se le dio avena y jugo de naranja para el desayuno, y al otro grupo no se le dio nada. A las 10 a.m., los hombres corrieron en una cinta de correr durante una hora. Luego, se les dio comida para llevar y se les indicó que comieran todo lo que quisieran durante el resto del día. Los investigadores midieron la cantidad de comida sobrante. Después de una semana, los hombres repitieron el experimento, pero los grupos se cambiaron.

Los investigadores descubrieron que los hombres consumían muchas más calorías en general en los días que desayunaban antes de hacer ejercicio: los participantes consumían un promedio de 4.500 calorías en días cuando desayunaban antes de hacer ejercicio, pero solo 3.600 calorías en los días en que ayunaban.